La Comunitat recibió ayer una nueva entrega de la vacuna de Pfizer con las dosis acordadas, 30.000, de las cuales 5.000 se destinan a Castellón, tras la reducción de inyectables remitidos la semana pasada por un problema logístico de la farmacéutica. Esta nueva remesa permite retomar el ritmo de vacunación, después de Sanidad tuviera que aplazar días atrás vacunaciones en residencias de mayores que debían recibir la primera dosis.

Además de estas vacunas, también llegaron ayer un millón de jeringuillas que permitirán seguir aprovechando seis dosis por vial del inyectable de Pfizer. Estas forman parte del paquete e cuatro millones adquiridas por la Generalitat, aunque en la provincia, según fuentes sindicales, se han empleado desde el principio este tipo de jeringas y no ha habido escasez al respecto.

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, explicó ayer que la Comunitat recibirá a mediados de febrero entregas de vacunas superiores a las establecidas «hasta compensar la reducción» de la semana pasada, que fue de unas 14.000. También garantizó que cuando lleguen las de Moderna esta semana se iniciará la inmunización de la primera línea en hospitales privados y grandes residencias.

Polémica

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, abogó ayer por la dimisión de los alcaldes y cargos públicos vacunados antes de tiempo, mientras que PP y Ciudadanos exigieron una investigación al respecto. Sanidad está a la espera de que las residencias informen de todas las personas que entraron durante las primeras semanas de la vacunación. H