Pese a que la citricultura sigue teniendo una importancia innegable en la economía y la cultura de Castellón, lo cierto es que el peso de la naranja provincial en los mercados europeos --donde históricamente se ha exportado la fruta-- va a la baja en los últimos años. El motivo es que existen una serie de países competidores que pueden ofrecer precios más bajos y que cuentan con ambiciosos planes de crecimiento agrícola que ya están dando resultados. Las importaciones comunitarias de cítricos de Sudáfrica, Egipto, Turquía y Marruecos se dispararon un 67% en los últimos cuatro años.

Sin ninguna duda, el mayor competidor de Castellón es Sudáfrica. Un dato basta para entender el incremento de los envíos de ese país a la Unión Europea. El año 2018 fue el primero en el que los cítricos de ese país alcanzaron unos niveles equiparables a los de Castellón en los lineales de los estados comunitarios. En concreto, Sudáfrica exportó 813.742 toneladas (Tm), mientras que las empresas de la provincia vendieron 816.047, un descenso del 8,5% respecto al 2017, según los datos de Comercio Exterior. Hace solo cuatro años, desde aquí salieron hacia la UE un total de 831.015 Tm, mientras que las del sur del continente africano fueron 432.931.

Es decir, que antes del acuerdo de libre comercio, la naranja de ese país era una rival de la autóctona, pero con ese tratado el problema no ha hecho sino ir a más, pues el final de la campaña sudafricana coincide con el inicio de la recogida de la clemenules.

OTROS COMPETIDORES

Aunque sin llegar a los valores de ese país, a Castellón le crecen otros enanos. Los principales son, por este orden, Egipto, Marruecos y Turquía, cuyas exportaciones conjuntas de cítricos a la UE en el 2018 ascendieron a 928.664 Tm cuando solo cuatro años antes apenas eran 593.602.

Y el problema, según apuntan varias fuentes, amenaza con ir a más. Así lo advirtió el diputado popular en el Congreso Juan Vicente Pérez Aras, cuando afirmó en un reciente debate que «en Sudáfrica hay millones de plantones en fase de crecimiento, por lo que en cinco años se puede producir una sobreoferta brutal».

También en Egipto, el delta del Nilo se ha convertido en los últimos años en una inmensa extensión de naranjos --que no mandarinos-- gracias a una política de instalación de regadío en más de 600.000 hectáreas desérticas conocida como proyecto Toshka.

Ante estas situaciones, la creciente competencia y la demanda de reciprocidad en materia laboral y fitosanitaria se ha convertido en la principal demanda de los agricultores de Castellón, que se manifestarán este lunes en Nules y Benicarló. Al finalizar las marchas, leerán un texto reivindicativo en el que pedirán ayudas para el sector, pero también exigirán políticas de control de las importaciones. En este sentido, reclamarán a la UE que renegocie los acuerdos con todos los terceros países productores.