La cúpula de la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC) tiene esta semana una segunda reunión de alta trascendencia. Mañana tendrá lugar la junta directiva de la entidad, después de que hace apenas una semana dimitiera el vicepresidente de la organización, Miguel González, con el apoyo de Ascer, por “discrepancias con la gestión” de la confederación provincial.

La cita debe servir, a priori, para aprobar el presupuesto 2016 y el plan de viabilidad de la CEC, un documento que reseña que, en tres años, a contar desde el actual, la entidad puede tener superávit.

Sin embargo, el vicepresidente de Carmelo Gómez, del área del transporte, también ha amagado con dejar su cargo, mientras que el tercer vicepresidente de la organización, Fermín Renau, del área de la construcción, sí ha expresado su respaldo a la figura de José Roca, pero ha pedido que el presupuesto del 2016, el primero que tiene que sentar las bases de ese plan de viabilidad, sea “más realista y austero”.

¿GESTORA? // La expectación está servida. Nada más ha trascendido sobre lo que finalmente puede ocurrir, o no, en el seno de la CEC mañana. Quien sí se ha pronunciado, ha sido el presidente José Roca: “Esperamos que el jueves la situación quede resuelta y volvamos a la normalidad, que nos hace falta”.

Y reiteró que tanto la sectorial del transporte como la de la construcción me conocen “al 1.000%”, pero “eso no quiere decir que no exijan todo lo que tengan que exigir”, recordando que ambas organizaciones “también tienen dificultades” a título individual. H