Esta es la opinión de los afectados por el cambio del tráfico tras la liberalización de la autopista en Castellón:

Joaquín y Lolita: Gerentes del Piero (Torreblanca)

«La liberalización de la autopista es una bendición. Hemos recuperado clientes»

A los restaurantes de la 340 de Torreblanca y Santa Magdalena de Pulpis, el 1 de enero les tocó la lotería. Tras años de pérdida de clientes, ahora muchos conductores que usan la autopista se desvían unos kilómetros para parar en estos locales.

Vicent y Luisa: Usuarios de la autopista

«Siempre utilizamos la AP-7 y ahora el viaje nos sale por 73 euros menos»

Tres o cuatro veces al año, este matrimonio de pensionistas de Girona se desplaza desde la capital catalana a Xixona, en Alicante. «Siempre vamos por la autopista y es cierto que desde que es gratis hay mucho más camiones. ¡Pero nos compensa!».

Gerardo Sánchez: Transportista

«Ahora vamos todos por la autopista y no cabemos en las áreas de servicio»

Es uno de los profesionales que ha cambiado la CV-10 y la CV-13 por la autopista. «Cruzar la provincia ahora es bastante más rápido. Evitamos la cuesta de la carretera del aeropuerto, ya que si vamos cargados gastamos muchísimo combustible».

Emiliano López: Encargado de 42 Pies (Cabanes)

«Antes teníamos el párking lleno y ahora cada noche sobran la mitad de plazas»

La liberalización de la autopista ha perjudicado a las gasolineras y restaurantes de la CV-10. La estación de servicio 42 Pies es uno de los grandes damnificados y los propietarios de este negocio no han tenido más remedio que reducir plantilla.