La concejala de Cultura y responsable de memoria histórica del Ayuntamiento de Castelló, Verònica Ruiz, admitió ayer viernes por primera vez que antes de las elecciones municipales del 26 de mayo no será posible retirar la Cruz de los Caídos del parque Ribalta, si bien su intención es dejar toda la parte burocrática cerrada, llegando a firmar el decreto de retirada, y esperar a después de los comicios la licitación y ejecución del proyecto para quitar el monumento y remodelar el jardín del Ribalta. Más allá del 26-M, además, dice no tener «ninguna duda» de que «se hará la ejecución de las obras previstas», aventurándose a asegurar: «Aunque no sé quiénes serán los concejales, estoy segura de que habrá un gobierno de progreso en el Ayuntamiento que seguirá con la retirada del monumento franquista, como ya ha sido aprobado en pleno en dos ocasiones».

Ruiz se pronunció así tras dar a conocer que ayer mismo por la mañana el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Castelló había comunicado al Ayuntamiento que mantenía la medida cautelarísima solicitada por la Asociación de Abogados Cristianos tras rechazar el recurso presentado esta semana por el consistorio, en el que se alegaba que la partida presupuestaria que pedían paralizar, que denominaban para la retirada de la cruz del Ribalta, «no existe», por lo que esta cautelarísima «es incongruente y no se entiende». Por ello, Ruiz anunció que el Ayuntamiento alegará ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana esta última resolución. Reiteró, además, que «la cautelarísima no paraliza la aplicación de la ley de memoria».