La portavoz del equipo de gobierno de Castellón, Verònica Ruiz, manifestó ayer que el Ayuntamiento sigue a la espera de recibir, «de manera oficial», el informe de la comisión de expertos sobre la cruz del parque Ribalta. Al respecto, Ruiz indicó que «la cruz sigue ahí» y, aunque ya cuentan con el documento de manera extraoficial, están a la espera de recibirlo formalmente, después de que desde la Concejalía de Cultura así se le requiriera a la Conselleria de Justicia, de la que depende el grupo de analistas. «Ese informe determinará si la cruz del Ribalta es o no un símbolo fascista», recordó la concejala.

En anteriores ocasiones, desde el consistorio se ha señalado que quieren esperar a contar con este documento, aunque no es vinculante, para «tomar una decisión sobre el futuro de la cruz». Los autores son asesores de la Generalitat e integran un comité técnico creado el año pasado para valorar la retirada de vestigios relativos a la guerra civil y la dictadura.

Por un lado, Amigos del Ribalta y el Grupo para la Investigación de la Memoria Histórica de Castellón quieren que se retire la cruz del Ribalta, por considerarlo un «símbolo franquista» y en virtud de la interpretación de la Ley de Memoria Histórica.

Por su parte, la Plataforma en Defensa de la Cruz del Ribalta ha reunido más de 17.000 firmas de apoyo que ya entregó en el registro del Ayuntamiento, pues considera que se estaría retirando de la vía pública «un símbolo cristiano». Añaden que la cruz lleva en su emplazamientos 73 años y rememoraron que en 1979 las fuerzas políticas acordaron denominarlo monumento «en homenaje a las víctimas de la violencia».