Morella volvió a romper en júbilo, ayer, con el primer Retaule del 54º Sexenni. Las danzas y los cuadros bíblicos volvieron a tomar las abarrotadas calles de la capital de Els Ports en el primer día del novenario en honor a la Virgen de Vallivana.

La jornada fue organizada por el Ayuntamiento de Morella y el clero. La danza que destacó y desfiló en primer lugar fue la de los torneros, que se remonta al inicio del Sexenni. Los nueve jóvenes danzaron sin cesar por las calles entre aplausos de los miles de turistas que les agasajaron, sorprendidos ante los espectaculares saltos y movimientos que protagonizan.

Tras ellos, marcharon por las calles morellanas, engalanadas para la ocasión, la Corronquina, bailando la jota. Siguieron los niños de las danzas de Arts i Oficis, Els Teixidors y els Llauradors. Relacionado con este último grupo, la anécdota de la jornada estuvo protagonizada por la ministra de Sanidad, Carmen Montón, que dio aire con un abanico a componentes de esta danza,

También formaron parte de la comitiva las jóvenes que represetan al gremi de la Joventut, les Gitanetes. Por su parte, el cuadro de las heroínas bíblicas, con la Reina Esther como protagonista principal, volvieron a centrar miradas con sus vestidos.

Por la tarde, más de 600 participantes formaron parte de la procesión general. Las danzas, los cuadros del Antiguo Testamento y los representantes gremiales acompañaron a la peaña que porta a la protagonista de las fiestas, la virgen de Vallivana. En la casa cofradía, Lucía Pitarch Mestre, se convirtió en la primera niña que recitó la poesía a la Mare de Déu, por parte de la danza dels Llauradors. La procesión siguió hasta llegar al Carrer la Font, donde, San Miguel, al que dio vida Ferran Segura, saludó a la patrona.

Acabada la procesión, el Espai Firal se quedó pequeño para acoger el concierto de la Raíz.