Vicente Manuel Ballester Ballester, de 64 años, de Burriana, no olvidará nunca la fecha del 23 de junio del 2020. Ingresado en el Hospital de la Plana desde el 14 de marzo por el coronavirus y sus secuelas (la paralización de la pierna izquierda) fue dado de alta ayer en el Hospital Provincial de Castelló, con lo que se convierte en el paciente de la pandemia que más tiempo ha estado ingresado en un centro sanitario.

Entre los aplausos de su mujer, la doctora que le ha atendido y del personal sanitario del Provincial, Vicente Manuel abandonaba la habitación y expresaba su más absoluta alegría. Salvado el virus y los daños colaterales que le ha causado en su cuerpo, mostraba un júbilo inmenso por el alta.

Acompañado siempre por su esposa, Manola, de 64 años, que ha permanecido con el día y noche en su habitación, dejaba atrás el Provincial para subirse en un coche conducido por su mujer para regresar a Burriana, a casa, más de tres meses después. A punto del no retorno vital, el paciente, ya en la calle, recordó todo lo vivido: «Creía que me moría. No podía respirar, me ahogaba».

El ya curado de coronavirus y sus secuelas destacó: «Lo que he pasado no se lo deseo a nadie. Se sufre mucho en una inexplicable sensación». «He estado muy malito», subrayaba este vecino de Burriana, que solo tiene palabras de agradecimiento a los doctores y al personal sanitario por las atenciones recibidas en una dolencia que necesitará una recuperación de un año.

Su regreso al hogar se produce 15 días después de haber permanecido en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Provincial. Si bien ya estaba libre del virus (su segundo test salió negativo el 23 de abril), los efectos en su cuerpo le impedían volver a la normalidad.

Pierna paralizada

El virus le provocó la paralización de la pierna izquierda, por lo que Vicente Manuel tendrá que seguir un proceso de rehabilitación en el propio Provincial, «cuya duración puede ser de un año y medio», manifestaba el hombre, a quien no le importa la obligación de volver al hospital para su recuperación, porque lo importante era «estar en casa» y lo ha «conseguido». «Soy la mar de feliz», concluyó el burrianense después de unos durísimos meses.