La consellera de Vertebración del Territorio, Maria José Salvador, reconoció ayer en Castellón que desde su departamento se agilizarán al máximo los trámites «para que el Plan General de Ordenación Urbana de Castellón (PGOU) pueda ver la luz esta legislatura». Lo calificó de «referente en el proceso de participación», resaltando la parte simbólica del mismo, «ya que el anterior Plan General de Castellón fue anulado por el Supremo precisamente por no cumplir con esta fase de la tramitación, que es la de información pública». «Desde la Conselleria vemos toda la parte administrativa, pero son los ayuntamientos los que hacen el trabajo de proximidad, y en Castellón los vecinos han podido compartir, aportar y colaborar en el diseño de su modelo de ciudad», explicó Salvador, minutos antes de participar en la última de las 17 reuniones que han desgranado el documento por todos los distritos, en la de Raval Universitari y Crèmor.

Respecto a plazos, también habló el concejal del área, Rafa Simó. Aunque con reservas -al ser consciente de la complejidad del documento- aseguró que el Plan General de Castellón estaría en exposición pública «en verano», como muy tarde «en septiembre». Puntualizó que «más importante que el cuándo, es el qué» y explicó que, tras la última reunión de ayer, ahora toca «analizar el feedback de los ciudadanos, sacar conclusiones y poner toda la maquinaria a tope, porque nos queda mucho trabajo por hacer».

«Ahora empezamos un camino más oscuro, más de despacho, después de unas reuniones muy gratificantes, de las que estamos muy satisfechos por la respuesta de la ciudadanía». En este sentido, reconoció que hubiera sido más cómodo sacar adelante el PGOU desde las oficinas, «pero no es nuestra forma de trabajar».

UN CASTELLÓN SOSTENIBLE // A falta de un análisis más exhaustivo, Simó apuntó que han constatado que los castellonenses quieren un modelo de ciudad similar al de las administraciones municipal y autonómica. Un Castellón «sostenible, con carriles bici y mejoras en transporte público, en plazas, calles y jardines». «Nos hemos olvidado de los grandes PAI. No hay que pensar en cemento, sino en carne».

Por su parte, la alcaldesa, Amparo Marco, resaltó el inédito proceso participativo al que se ha sometido el Plan General, que ha salido de los despachos. «Hemos sacado el urbanismo a la calle para consensuarlo con la ciudadanía. El diseño de la ciudad es el de la casa en la que vivimos todos y todas», aseguró la primera edila. «Los castellonenses nos han dicho cómo quieren su ciudad, lo que quieren hacer en espacios concretos; y nos han trasladado también otros problemas, en materia de limpieza, de transporte, zonas verdes o dotacionales, entre otros». «Es importante hablar con la ciudadanía a pie de calle, y en este sentido agradezco el trabajo realizado por los técnicos de urbanismo y desde la concejalía que dirige Simó», indicó.