Recibido por el clamor de "no es no" por un millar de militantes y aclamado al son del color esperanza, el exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha elevado este miércoles en Castellón el listón de la participación de las bases que propone al comprometerse a convertir "en obligatorio" consultar a los afiliados "todos los acuerdos de gobierno" que se tomen en Ferraz.

Arropado, sí por la militancia socialista, que atestó el local La Bohemia y, en no pocos casos, ha tenido que seguir el acto desde la calle, Pedro Sánchez no ha contado finalmente con la presencia de la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, quien había confirmado que acudiría.

Tampoco han acudido a escuchar sus propuestas los principales referentes del PSPV en la provincia, aunque sí ha tenido a su lado, además de al secretario general de Valencia, José Luis Ábalos, activo partidario del sanchismo, así como a su homólogo en la ejecutiva de la capital, Francisco Gil, a otros declarados afines, como el portavoz de la platafoma Militantes en pie, el exsenador Josep Lluís Grau, o la exdiputada, Susana Ros.

Sánchez ha vuelto a definir como uno de sus objetivos "claros", el de "unir al PSOE para unir a las fuerzas del cambio y derrotar a la derecha". En este punto, el exlíder del PSOE ha dicho sentirse cerca del gobierno de coalición de izquierdas formado en Portugal pero, a pesar de estar en Castellón, no hizo referencia alguna al gobierno a la valenciana, que dirige el también secretario general del PSPV, Ximo Puig, como president..