Castelló albergó el tradicional brindis navideño del Consell, pero la actividad política no se detiene en la víspera de las fiestas. Al contrario, el president de la Generalitat valenciana Ximo Puig aprovechó la previa del brindis para reiterar a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, la «urgencia» de dar «prioridad» a la reforma de la financiación autonómica y, al tiempo, avanzar en medidas «federalizantes» como la anunciada conferencia de presidentes autonómicos. De hecho, en el contacto telefónico mantenido ayer, Sánchez prometió a Puig incluir el compromiso de una financiación en su discurso de investidura.

El president valoró que «por primera vez» se haya contado con los presidentes autonómicos en el proceso para la formación de gobierno. Puig mostró su apoyo a Sánchez en la misión de conformar el gobierno «lo más rápidamente posible». «Es urgente», dijo Puig en la Casa dels Caragols de Castelló, e instó al presidente del Gobierno a que el nuevo ejecutivo ponga «como gran prioridad, la financiación autonómica», a la que vinculó las «garantías para mantener y profundizar el estado del bienestar».

Puig definió su objetivo y su deseo político como «igualdad entre los ciudadanos y singularidad entre los territorios». Subrayó asimismo su apuesta por el diálogo. «El debate territorial hay que abordarlo desde la normalidad y desde la buena voluntad para que haya un camino para vivir juntos, cohesionados, y superar tanto los desequilibrios tanto de carácter territorial como los de carácter social», dijo.

cámara // El president, asimismo, realizó una nueva defensa del modelo federal. Indicó la conveniencia de «caminar y transitar hacia medidas federalizantes que permitan la cooperación entre las comunidades autónomas y el gobierno de España». Para ello, Ximo Puig señaló algunas opciones. Por ejemplo, utilizar «instrumentos federalizantes» como la conferencia de presidentes, que Sánchez planea convocar de manera anual, o la posibilidad de debatir en el Senado sobre el estado autonómico, que podría convertirse en una cámara territorial. «Instrumentos para unir y cooperar», afirmó, para que «esta sociedad esté más cohesionada».

Además, Puig aseguró que la única opción de gobierno es el pacto entre el PSOE y Podemos, y que ERC lo permita, debido a la falta de «generosidad» de la derecha, especialmente del Partido Popular, y está convencido de que no habrá «ningún tipo de discriminación positiva ni negativa ni ningún favoritismo ni privilegio». Abogó por el diálogo siempre «dentro la Constitución».

reacciones // Por su parte, el portavoz de Economía del Partido Popular en les Corts, Rubén Ibáñez, reprochó que el president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, «no puede ser socialista antes que valenciano y no puede comprometer el voto de los socialistas valencianos» a la investidura de Pedro Sánchez «a cambio de nada».