Sanidad busca evitar ahora con la llegada de la nueva normalidad un rebrote de coronavirus en las residencias de la provincia, duramente golpeadas por la pandemia. Más de la mitad de los 227 fallecidos en Castellón eran residentes. Para ello, ayer la Conselleria publicó una resolución donde informa de la creación de comisiones de control en cada uno de los tres departamentos de salud de la provincia para supervisar de cerca la atención sanitarios en estos centros y actuar de forma inmediata en caso de detectar algún nuevo positivo. En la práctica, ya eran ahora las áreas de salud las que se encargaban de la supervisión.

De este modo, Sanidad se reserva las competencias y potestad para intervenir aquellas residencias, tanto públicas como privadas, como ha hecho durante el estado de alarma, que así lo requieran, dado que estos usuarios «se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad».

Esta nueva comisión «establecerá y aplicará todos los mecanismos necesarios para garantizar la prevención, detección, atención integral y control frente al covid-19». Presidirá dicho órgano la gerencia o la dirección de Atención Primaria del departamento de salud y la formará personal con competencias en materia de salud pública, medicina preventiva, prevención de riesgos laborales, hospital a domicilio, inspección de servicios sanitarios, una persona en representación de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, entre otros.

De todos modos, en el documento publicado ayer en el Diari Oficial de la Comunitat no se estipula ninguna medida concreta de prevención y se deja todas las decisiones en manos de estas comisiones de control.

sin acuerdo con el sector // Esta resolución llegó días después de que las empresas gestoras de las residencias de la Comunitat le reclamaran por escrito tanto a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, como a la de Igualdad, Mónica Oltra, una reunión urgente para redactar un protocolo consensuado con acciones concretas a llevar a cabo en la nueva normalidad. La principal patronal del sector, Aerte, pidió pruebas PCR a los usuarios cada 15 días e ingresar a todos los infectados, aspecto que fue rechazado por Barceló. La decisión de Sanidad pilló ayer por sorpresa a Aerte, que desconocía su contenido, agravando ciertas tensiones existentes por la falta de coordinación.