La Conselleria de Sanidad busca remediar la enorme lista de espera que acumulan las operaciones de cataratas, aunque la solución se antoja complicada. El departamento de Ana Barceló ha creado una bolsa de trabajo específica para oftalmólogos con el objetivo de que la fundación pública Fisabio, con sede en València, pueda intervenir a más pacientes al año, en concreto, 10.500 de toda la Comunitat. Está previsto que esta encomienda de servicios doble su presupuesto hasta los ocho millones de euros al año, siendo 556.000 euros para sufragar derivaciones procedentes del Hospital General de Castelló, ya que el Hospital Provincial no remite paciente alguno a Fisabio.

Esta medida es un intento de Sanidad de mitigar la elevada demora que acumulan estas intervenciones, por ejemplo, de más de un año en el Provincial de Castelló. Actualmente, uno de cada cinco valencianos que está en lista para entrar a quirófano es por un problema de cataratas. La última cifra que se tiene, 10.598 pacientes en espera, que data del pasado junio, es la más alta desde que la administración ofrece registros cada tres meses. A pesar de que se trata de la operación que más se realiza en el sistema sanitario, su demanda no va a dejar de crecer por el envejecimiento de la población, de ahí la necesidad de reforzar las intervenciones fuera de horario.

Actualmente, los quirófanos de Fisabio Oftalmología Médica (FOM) están abiertos de mañana y cuatro de ellos también por las tardes y los sábados de mañana, un aumento de actividad que requiere de más profesionales. Por eso, la decisión de la Conselleria de intentar contratar a un mayor número de facultativos. La entidad pública, especializa en Oftalmología, se ocupa también de otro tipo de cirugías como trasplantes de córneas, desprendimientos de retina, glaucomas o reconstrucciones oculares con un alto grado de especialización.

«Actualmente, nosotros ya derivamos a pacientes a las clínicas FOM e Imed, pero cerca del 90% de las personas a las que se les ofrece intervenirlos en València para aligerar la lista de espera lo rechaza, porque a veces resulta un inconveniente tener que desplazarse varias veces, antes de operarse, para la intervención y controles posteriores», explica el gerente del Hospital General de Castelló, Miguel Alcalde. En este sentido, subraya que la provincia cuenta con un problema añadido que es el hecho de que no dispone de ningún hospital privado adherido al plan de choque de la Conselleria, es decir, al mecanismo puesto en marcha por Sanidad para que clínicas privadas operen a pacientes de la pública.

«En València y Alicante sí que existen centros hospitalarios dentro de este plan, por lo que resulta más cómodo a los pacientes ser derivados», afirma.