La caza solidaria no arranca. La Federación Provincial de Caza propuso a la Generalitat donar la carne procedente de la actividad cinegética a fines sociales. La propuesta se hizo casi al final de la temporada del 2015-16, tras la Navidad. En febrero se anunció que en septiembre se iniciaría la medida. Sin embargo, no ha podido llevarse a cabo porque la Conselleria de Sanidad no ha publicado todavía el decreto sobre las normas higiénico sanitarias para hacerlo posible.

Máximo Berenguer, presidente de la federación, explica que cuando se hicieron las batidas en el Desert quisieron entregar la carne de los jabalís a fines solidarios, al igual que algunos cotos de Vilanova o Cabanes que estaban realizando medidas de control del conejo. Sin embargo, resalta Belenguer, pese a que hay una «buena disposición, existe una legislación que cumplir y es complicada», argumenta.

REGULACIÓN // «La donación y venta de la carne de caza está regulada por la UE y la Conselleria de Sanidad quería realizar una norma para legislar este tema», señala. «La verdad es que se está retrasando un poco», comenta Belenguer, que agrega: «Tenemos el borrador». Asimismo, según el decreto de la UE, los cazadores tienen que tener una formación básica para conocer si la pieza, por su comportamiento antes de ser abatida en el monte, se podría pensar que no está bien. «Para eso hay que realizar unos cursos que estamos preparando desde la escuela de la caza y naturaleza que tenemos en Valencia», agrega. «Nuestra intención era realizar una primera intervención, y así lo teníamos tramitado en la zona de Catí para poder realizar varias batidas y dar la carne de jabalí a oenegés y familias necesitadas. Sabíamos que teníamos que tener unos mataderos habilitados e iba a ser uno público, pero con la legislación actual no se puede llevar a cabo; tenemos que esperar a que salga la legislación de Conselleria», indica. «Estamos a expensas de que salga esto para tirar adelante el proyecto», dice.

Mientras, Sanidad apunta que la norma, que prepara junto con Agricultura, está en el Consell Jurídic Consultiu y aunque la reglamentación europea exige una serie de pautas, como que haya un centro de inspección de caza específico, se les comentó que podría haber una excepción, que ellos prepararan un proyecto con una zona específica para realizar los controles, pero nunca se produjeron nuevas reuniones.