En la que se considera la 'madre' de todas las 'festes de carrer' de Castellón, Sant Blai ha demostrado su poderío y ensamblaje con las más arcanas tradiciones de fe y devoción castellonera. Lolín Sol ejerció de clavariesa de una fiesta que conserva sus rituales y protocolos con epicentro en la parroquia trinitaria de la plaza de las Escuelas Pías. Pese al frio reinante, centenares de vecinos cumplieron con la liturgia acostumbrada del catolicismo más regio que impregnan estas antiguas celebraciones. Castellón ha sido más Sant Bali que nunca. Los clavarios el 2020 serán Marián Galindo y Javier Manzanero.