Naturaleza, arte e historia se dan la mano en el Santuario de la Balma, un bello enclave situado en plena naturaleza, sobre el río Bergantes, en el término municipal de Zorita del Maestrazgo, a escasos tres kilómetros al norte de la población. Sin embargo, una leyenda pesa sobre este hermoso lugar, considerado uno de los más mágicos de la provincia. ¿Hay algo de cierto sobre la presencia de endemoniados en la Balma? Parece que sí, aunque la explicación parece ser bastante más terrenal…

El mito se remonta al 1308, cuando un pastor manco sanó gracias a la Virgen de la Balma. Tras aparecerse al aldeano, la santísima le solicitó que construyese allí mismo una ermita. Como compensación a su esfuerzo y su fe, esta le devolvió su miembro amputado. También se habló de levitaciones, como la que al parecer experimentó el aragonés Mariano Oliver ante decenas de testigos.

Construido entre los siglos XVI y XVII, este santuario de estilo renacentista fue punto de peregrinación para supuestos endemoniados que buscaban una cura para su mal. Lo llamaron la lucha contra Els Malignes. Un jurado popular apoyado por el consejo de tres brujas de la localidad aragonesa de Caspe, llamadas las Caspolinas, determinaba la autenticidad de dichas posesiones. Sin embargo, aquellos ataques sobrenaturales nada tenían que ver con Satanás, sino con enfermedades mentales como la esquizofrenia o neurológicas como la epilepsia, que se confundían con sucesos extraordinarios.

Los muchos visitantes que se acercan hoy al Santuario de la Balma disfrutan con un enclave que transporta a épocas pretéritas en las que la magia y la brujería contaban con un papel protagonista. Al tiempo, el enclave ha sido declarado Monumento Histórico Artístico y disfruta de unas vistas privilegiadas, enclavada en la roca de la montaña, rodeado por la Sierra de Sant Marc al norte y los picos de Morella al oeste.

Para acceder a la Sala de las danzas, primero hay que recorrer una larga escalera que conduce una hospedería convertida en restaurante. Desde aquí, de nuevo unos peldaños te llevan a un pasillo a modo de mirador que transporta hacia la cueva, en la que muchos feligreses siguen colgando de sus paredes miles de ofrendas que impresionan por su variedad, pues van desde trajes de novia, a fotografías, figuras de cera…

Más datos sobre el Santuario de la Balma:

  • En el año 2011 el santuario sufrió un incendio cuyas llamas devoraron el altar y parte del coro datado de 1947. Se dañó también parcialmente la imagen de la Virgen de la Balma.
  • La imagen de la Virgen de la Balma que hoy podemos ver en la Ermita no es la original, la cual desapareció durante la Guerra Civil y no ha vuelto a ser encontrada.
  • La distancia hasta el punto desde Castellón de la Plana es de 131 kilómetros, con un tiempo previsto de llegada en coche de 1 hora y 40 minutos.
  • Se puede visitar de martes a viernes de 10.30 a 13.00 horas y de 16.30 a 20.30 horas. Los sábados y domingos, de 11.00 a 20.00 horas ininterrumpidamente. Los lunes cierra.
  • El Santuario está declarado Monumento Histórico Artístico desde el año 1979.
  • Balma, es un nombre céltico para referirse a una cavidad subterranea (cueva). El santuario está empotrado en dicha concavidad.
  • Se celebra en ella una gran fiesta todos los años el 8 de septiembre, a la cual acuden de toda la provincia centenares de familias.

Fuente: 50 lugares mágicos de la Comunidad Valenciana, de Jorge Sánchez