Como dice el lema de la Diputación, en Castellón hay 135 identidades... pero también 135 maneras de morir, y muy distintas, a veces con solo unos kilómetros de distancia. El Atlas Nacional de Mortalidad en España, recién publicado por la Fundación per al Foment de la Investigació Sanitària i Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) --entidad dependiente de la Generalitat--, ha analizado casi 10 millones de fallecimientos entre 1989 y 2014 en toda España, a través de los cuales ha extraído conclusiones pueblo a pueblo. La lectura de los datos indica que no se trata, ni mucho menos, de un fenómeno igualitario, y que en el mismo influyen infinidad de factores de tipo social y económico.

La principal conclusión es que, a diferencia de zonas del suroeste de España, principalmente Andalucía y Extremadura, en la provincia el riesgo de morir está en la media nacional, con pocas excepciones tanto para bien como para mal. Entre las primeras están Argelita, Zucaina, Cirat y Vallat, donde es más probable vivir muchos años. Vila-real y Burriana son las únicas dos localidades en las que el peligro de muerte está un poco más presente.

Preguntado por los motivos por los que estos municipios tienen un mayor o menor riesgo, Miguel Ángel Martínez Beneito, principal autor del exhaustivo estudio, dice que «a veces hay datos que son bastante difíciles de justificar». «Lo que sí que está claro es que a nivel nacional el componente norte (menos peligro) y sur (más) tiene una gran importancia», señala.

Suicidios

Pero el Atlas no solo considera los fallecimientos en bruto, también atiende a las causas. Y ahí es donde empiezan las diferencias a nivel provincial. «Una de las cosas que más me llamó la atención cuando hice el estudio fue el tema de los suicidios en el interior de Castellón», indica Martínez. Atzeneta, por ejemplo, tiene un riesgo de fallecer por esta causa que es un 24% superior a lo que sería esperable según el promedio español; y Culla un 19%. También destacan en este sentido Llucena, Villahermosa, Benafigos, Vistabella y Ares del Maestrat.

En la capital de la Plana el alzhéimer y las insuficiencias cardiacas son causas muy probables de fallecimiento. Por contra, hay bajo riesgo, en comparación de la media de todos los municipios españoles, de morir de un paro cardiaco sin que medie asistencia médica. Un claro indicio de que los servicios sanitarios funcionan bien, o al menos mejor que en otras ciudades.

MÁS DATOS:

N-340: En Benicarló, Vinaròs, Torreblanca, Santa Magdalena de Pulpis, Orpesa y Alcalà de Xivert, el riesgo de morir a consecuencia de un accidente de tráfico es superior a la media nacional. Aunque el estudio no revela a qué obedece esta circunstancia, no es difícil relacionarla con el hecho de que por todas estas poblaciones pasa la N-340 y que, en el periodo del estudio --1989 a 2014--, en el norte provincial había varios puntos negros.

Rasgos comunes en l'Alcalatén: En la comarca de l’Alcalatén las enfermedades cerebrovasculares son el principal factor de riesgo. Lo es en l’Alcora, Figueroles, Costur y les Useres, poblaciones limítrofes unas a otras. Incluso es la principal afección en otro municipio muy cercano, Vilafamés, aunque en este caso pertenece a la Plana Alta. Desde la Plataforma no a la Contaminació lo achacan a la «ausencia de control de emisiones que se producen en l’Alcora».

Albocàsser, líder en senilidad: Hay señales que indican que en un municipio vive principalmente gente mayor. Un ejemplo es Albocàsser, donde morir por una causa relacionada con la senilidad es un 208% más probable que lo que marca la media. Y no aparece solo en los municipios del interior como uno de los principales males, también es la primera en Benicàssim (130%), donde el alzhéimer es la segunda causa, otro indicador de población de mucha edad.

Diferencias con Valencia y Alicante: La comparación de las capitales de provincia de la Comunitat deja una lectura completamente distinta en cada caso. En València, durante el periodo estudiado el riesgo de morir por sida era un 102% mayor que la media, y también destaca por el consumo de psicofármacos y drogas varias. Por su parte Alicante comparte el VIH como factor de riesgo, aunque el mayor de todos fueron las enfermedades isquémicas del corazón.