Como todos los años, llega el momento de importar naranja de Sudamérica hasta que comience la temporada en Castellón para suplir la falta de fruta durante el verano. Ayer un barco descargó en PortCastelló unas 2.500 toneladas del producto llegado desde Argentina, y está previsto que sigan llegando hasta sumar más de 20.000. Este año, sin embargo, la incautación de varias partidas con enfermedades como la mancha negra, y la prohibición de que este país envíe limones a la UE por presencia de plagas, ha puesto al sector citrícola castellonense en alerta, reclamando medidas que van desde la suspensión de envíos a la habilitación de un puerto único de entrada en Europa.

«La tendencia de interceptaciones de mercancía con plagas es ahora más intensa en la naranja que en el limón argentino», advierte Carles Peris, secretario general de la Unió de Llauradors, que propone que se interrumpa de inmediato el intercambio comercial de cítricos con este país en la UE. «Si se introduce en Castellón la mancha negra se quedará toda la vida», añade.

José Vicente Guinot, presidente de Fepac-Asaja, cree que los controles en el puerto de Castellón «son buenos», por lo que «los importadores buscan entrar a Europa por lugares donde son más laxos. En Rotterdam, por ejemplo, no hay ningún problema».

Por ello, cree necesario establecer un puerto único de entrada para esta mercancía en Europa, donde se establezcan controles sanitarios rigurosos. «Por ejemplo, en Castelló o València».

Desde la Plataforma per la Dignitat del Llaurador su portavoz, César Estañol, incide en la injusticia que supone para los agricultores de la provincia las condiciones que imponen los tratados comerciales con terceros países, como el de Mercosur con la UE. «Porque es que encima no se ponen los medios necesarios para que se cumplan; no hay suficientes agentes en los puntos de control», detalla.

«No hacen el tratamiento en frío, que es el que garantiza que hasta que llega a su destino, la naranja no tiene plagas», añade.

El portavoz de Compromís per Castelló, Ignasi Garcia, expresó ayer la postura de la formación, contraria a permitir la importación de naranja procedente de Argentina «cuando todavía hay producción autóctona». «Durante la crisis sanitaria hemos visto la importancia de tener redes de proximidad fuerte, con capacidad para el abastecimiento propio y para que nuestros mercados no se queden sin productos. Ahora es momento de proteger esas redes».