La crisis sanitaria del coronavirus ha golpeado con fuerza a la economía provincial. Uno de los sectores más afectados por la detención de la actividad y el frenazo en seco del turismo durante más de tres meses ha sido el del taxi. Y es que, según la Asociación Provincial de Taxistas, el volumen de negocio perdido ronda el 80%. «Durante semanas la movilidad permitida fue muy reducida y los servicios que teníamos, contados. El parón de la industria y del turismo fue un descalabro para nosotros. Hasta que comenzó este mes de junio (al inicio de la fase 2), para el sector del taxi de Castellón la pandemia tuvo consecuencias nefastas», explica el presidente del colectivo, José Luis Artola, a este diario.

Desde la asociación provincial señalan que la mitad de los taxistas no trabajaron durante las semanas más duras del confinamiento y que, además, hubo también destrucción de empleo. Aquellos que trabajaban como conductores empleados por titulares de las licencias perdieron su trabajo, pues «si no podía mantenerse ni un taxista con los servicios que había, menos aún podía pagar a otro para turnarse».

NUEVA NORMALIDAD / Ahora, con la nueva normalidad, el retorno paulatino al trabajo presencial y la reapertura del turismo, el sector del taxi fía su suerte a los visitantes que este verano lleguen a la provincia. «Estamos esperanzados en que el turismo nacional pueda reconducir la situación. De momento, hemos vuelto a hacer carreras a la estación de Castelló, que durante meses ha sido un sitio fantasma», explica Artola.

Aunque por el momento no han tenido que llevar a turistas a hoteles, sí notan ya la llegada de ciudadanos de otras comunidades con segundas residencias en Orpesa, Benicàssim, Alcossebre o Peñíscola, como publicó Mediterráneo días atrás.

«Este verano las cosas serán distintas para todos. En la provincia no se celebrarán los festivales de música a los que estamos acostumbrados y el turismo que veremos será muy diferente. Sí esperamos que haya alquiler de muchas villas y apartamentos en la costa y de casas de turismo rural. Ojalá el panorama mejore y remontemos», apunta.