La Generalitat contratará a profesores y monitores de comedor para el inicio de curso 2020-2021, con ratios reducidas y «máxima presencialidad» en Infantil y Primaria. Para Secundaria, habrá clases adicionales por las tardes y un plan de refuerzo para «recuperar el tiempo perdido» desde marzo a causa de la crisis del covid-19. Así lo avanza el conseller de Educación, Vicent Marzà. La contratación de personal se hará con la partida que corresponda a la Comunitat Valenciana del fondo extraordinario de 2.000 millones que el Gobierno central destinará a las comunidades autónomas y, además, con la reorganización del presupuesto de la propia Conselleria.

Los centros empezaron a recibir el viernes la propuesta organizativa de Educación, a la que tendrán que responder en función de sus características. Este modelo se aplicará «uno por uno» y estará sujeto a la evolución de la pandemia en verano y servirá para todo el curso. «Tenemos claro que esta situación no es de normalidad, la realidad no permite que todos los alumnos vuelvan», remarca el conseller. Por ello, en la vuelta al cole, la seguridad sanitaria seguirá primando «por encima de todo», subraya, junto a la máxima presencialidad para recuperar la normalidad en las aulas y la flexibilidad porque «cada centro es diferente». El titular regional de Educación confía en disponer en unas semanas del modelo de cada colegio o instituto, porque «quedan dos meses y hay que generar certezas».

Tal como se acordó con el Ministerio, las clases serán presenciales «al cien por cien» en Infantil a partir de 3 años y Primaria en los centros donde sea posible, con lo que los más pequeños volverán en los mismos horarios si no hay una evolución negativa de la pandemia. «Es imposible que los niños puedan quedarse en casa ante la evidente necesidad de conciliación», explica Marzà.

Como los más pequeños no son capaces de respetar el metro y medio de distancia, establecerán «grupos estables de convivencia» --también denominados grupos burbuja porque no se relacionan con otros-- entre los alumnos similares a una unidad familiar. Esto supone ratios más bajas, entre 15 y 20 por aula, y una mayor atención individual.

En Secundaria, FP y Bachiller, deberán guardar la separación de 1,5 metros y los aulas tendrán «capacidades limitadas».