Nuevos perfiles sociales en la petición de ayudas y demanda de atención a Cáritas diocesana de Segorbe-Castellón: las llamadas familias monomarentales (sobre todo mujeres separadas con hijos) y gente mayor «que vive sola y no pueden acceder a una plaza en ninguna residencia pública, porque actualmente no hay ninguna libre y no crean nuevas».

Así lo explicó ayer el director de Cáritas de la diócesis castellonense, Juan Antonio Aragonés, quien, en compañía de Vicente Nebot, responsable de Entidades con Corazón, presentó la campaña de captación de nuevos socios bajo el lema Sé parte del compromiso en la lucha contra la pobreza. Apeló a «tomar conciencia de que practicar la justicia es una responsabilidad de todos», resaltó.

Invitó especialmente a las empresas a hacerse socias, entre otras razones, por las ventajas fiscales, «ya que las aportaciones a Cáritas pueden desgravar hasta un 30%, incluso las primeros 150 euros alcanzan bonificaciones tributarias del 50%», detalló.

El director de la institución social de la Iglesia anunció que «un 23% de la población está en riesgo de exclusión social, una cifra similar al 2016, pero con una brecha social más alta: los pobres siguen siendo más pobres», lamentó el dirigente Cáritas.