Sergio García firmó su mejor tarjeta. Fue el sábado y esta vez fuera de un campo de golf. El borriolense (37 años) contrajo matrimonio con Angela Akins (32). Mientras el balón comenzaba a rodar en Miami en el primer Madrid-Barça de la temporada (en otras circunstancias, no se habría perdido el clásico), en Austin (Texas), Sergio daba el sí quiero a su prometida en una ceremonia íntima, prácticamente familiar, con cerca de 60 invitados (incluidos sus amigos Pedro Fernández Cuesta y Vicente Dauder).

Precisamente en EEUU, donde la figura del Genio de la Coma alcanza la auténtica dimensión de estrella mundial del deporte (contrasta con la discreción con la que se suele mover en sus escapadas a Borriol o cuando se refugia en su casa junto al lago en Crans-Montana --Suiza--, donde tiene establecida la residencia), Sergio selló su amor con Angela en una historia que a algunos recuerda la que tiempo atrás protagonizó otro madridista como él. Pues todavía hay quien establece cierto paralelismo entre Casillas y Sara Carbonero con Sergio y Angela. Deportista de élite que se enamora de una periodista. Porque la americana, igual que la reportera de Mediaset con Iker, se cruzó en la vida del borriolense (fue a finales del 2015). Licenciada por la Universidad de Texas, es hija del exjugador de fútbol americano Marty Akins. La afición de su padre marcó a la ya esposa de Sergio, que inició su carrera en el periodismo cubriendo información deportiva. Se especializó en el fútbol americano, pero se cambió al golf y desde hace unos años trabaja como reportera para The Golf Channel.

Fue a principios del 2016 cuando oficializaron su relación y en enero del 2017 anunciaron su compromiso. Para muchos, Angela es la responsable del salto que ha dado Sergio este año, en el que por fin se puso la chaqueta verde del Masters de Augusta desde su paso a profesionales en 1999 (chaqueta que lució en el banquete). Jorge Valdano --ilustre madridista, como lo son tres íntimos amigos del borriolense (el brasileño Ronaldo Nazario, el portugués Luis Figo y el manacorí Rafa Nadal)--, dijo en su día que un equipo «es un estado de ánimo» y la norteamericana proporciona al borriolense ese positivismo y mentalidad que transmite ahora en los greens.

La pareja no tendrá tiempo de disfrutar de luna de miel, pues Sergio tiene dos semanas de torneos seguidas.

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