Las instalaciones en las que trabajan buena parte de los guardia civiles de Castellón no son las mejores y a la Policía Nacional de Vila-real le sucede exactamente lo mismo. El edificio, ubicado frente a la Iglesia Arciprestal, que es de propiedad municipal y que hace unos años fue sede de Correos, no se encuentra en las mejores condiciones y son frecuentes las quejas de los vecinos por la falta de insonorización en los calabozos, las deficiencias en los vestuarios y otros desperfectos que afectan tanto al interior como al exterior del edificio policial.

Vila-real necesita una nueva comisaría pero la obra tampoco llega. Descartada la posibilidad de construir un nuevo edificio, el Ayuntamiento está buscando ahora locales adecuados para ponerlos a disposición del Gobierno con el objetivo de trasladar la comisaría de la Policía Nacional, una opción que es mucho más económica que hacer la obra desde el principio. Desde el consistorio, y tal y como avanzó Mediterráneo, podrían plantear al Gobierno central unos tres inmuebles susceptibles de albergar la sede policial, alguno de ellos en la zona sur de la ciudad, muy próximo al nuevo Palau de Justícia.

UN PRoYECTO URGENTE // Al igual que los cuarteles de Almassora, Onda y Vilafranca son una reivindicación histórica para estos tres municipios, la comisaría de la Policía Nacional de Vila-real también lleva años y años paralizada y eso que para el alcalde, José Benlloch, el proyecto resulta urgente. «Llevamos muchísimos años batallando, reivindicando y exigiendo al Gobierno central que atienda una petición histórica y que es ya una cuestión de justicia», remarcan desde el consistorio de la localidad que insisten en que se seguirá «batallando y peleando» para que Vila-real cuente con unas instalaciones modernas y unas condiciones «dignas y adaptadas al siglo XXI».