Más de 300 personas acudieron ayer al puerto de Castellón para presenciar un simulacro de rescate y evacuación de un barco en llamas. El ejercicio, organizado por el Instituto Social de la Marina y la Capitanía Marítima de Castellón, fue protagonizado por el personal de Salvamento Marítimo y de la Cruz Roja, así como por agentes de la Guardia Civil y de los bomberos.

Los asistentes comprobaron en directo cómo se realiza un rescate marítimo y cómo se lleva a cabo el abandono de un navío que se está incendiando.

Ambas acciones se proyectaron con el fin de «sensibilizar a los pescadores de la dificultad que supone realizar un salvamento en el mar», según manifestó a este periódico la directora del Instituto Social de la Marina, Cristina Gil, una de las promotoras de la iniciativa junto al capitán marítimo de Castellón, José Miguel Manaute.

El evento, bautizado bajo el título Sensibilización en Seguridad y Salud en el Trabajo tuvo lugar a media mañana, después de que se celebrara una charla de carácter divulgativo para 200 profesionales de las cinco cofradías de la provincia de Castellón.

Dicha conferencia contó con la presencia del director del Centro Territorial de Castellón del Invasaat, José Vicente Ródenas, quien explicó las causas y las consecuencias de la siniestralidad en aguas castellonenses y con la asistencia también de la profesora del Instituto Social de la Marina en Huelva, Celia Jiménez, que expuso las claves para ejecutar un rescate marítimo y una evacuación de forma segura.

Una vez concluidas sendas exposiciones, comenzó el simulacro tras lanzarse el último de los tres cohetes que avisaban del inicio de la práctica. Acto seguido, se vertió al mar del puerto una bomba de humo de color naranja y se encendió una bengala, que daba aviso del siniestro y sugería la presencia del helicóptero de Salvamento Marítimo. Allí acudió la aeronave, que se enganchó al barco mediante un cabo a través del cual se guiaba la dirección del navío donde estaba la persona supuestamente herida.

La intervención duró alrededor de quince minutos y en ella se simuló a la perfección cómo se evacúa a una persona que se encuentra en estado crítico en mitad del mar. Seguidamente se pasó a la segunda parte del acto, en la cual la profesora Jiménez guió el desalojo de una decena de tripulantes de un barco cuya proa había comenzado a arder. El personal de Salvamento Marítimo arrojó al mar dos botes con capacidad para ocho personas con los que conseguían dejar atrás, en un tiempo de 30 minutos, el virtual incendio. Una iniciativa que escenifició una tarea que salva vidas y que buscó concienciar de su peligrosidad a los pesqueros.