--¿Cómo va a rentabilizar la Generalitat el aeropuerto?

--La Generalitat está implicada en el proyecto de Aerocas. Más allá de las discrepancias del pasado, estamos todos de acuerdo en que el aeropuerto ha de ser un gran revulsivo para la economía de Castellón. Una línea estratégica es traer a turistas de la Europa gris, por el clima, al Mediterráneo. Si funciona, se liberará dinero para otras infraestructuras.

--Se ha creado la nueva Banca Pública. ¿Cuándo operará?

--A medio plazo lograremos supervisión del Banco de España y más adelante, ficha bancaria, para ir a mercados financieros sin depender del bajo rating de la Generalitat. Queremos un banco público del siglo XXI: un promotional bank, como los länder alemanes; que incentive el crédito, corresponsable, a las pymes, frente a la subvención.

--¿Cómo valora el FLA que va a llegar? ¿A qué se destinará?

--Van a llegar tres FLA, que suman 303 millones de euros; el resto es para amortizar deuda. El Ministerio hablaba de 700 y pico para el tercer trimestre, pero no, son 101. Tenemos una deuda de 42.000 millones, que genera costes financieros anuales de 4.000 millones. Esta broma no puede continuar. Por otro lado, la Generalitat espera 1.800 millones para pagar la desviación del déficit autorizado. Nos anuncian 1.362; pero faltan 500 millones. Al distensionar tesorería y pagar a proveedores; creo que en julio, podremos abonar el 50% de la extra a los funcionarios, pero no del FLA, que no es posible, sino de los casi 700 millones a recibir aún de la liquidación del 2014. Durante dos años Montoro ha tenido nuestro dinero y nos lo da ahora.

--¿Qué opinión política le merece que el ministro Cristóbal Montoro le dirija en la política económica?

--Es un atentado al autogobierno valenciano. Sin autonomía financiera no hay autonomía política.

--¿Cuándo habrá nuevo modelo de financiación autonómica?

--Debe ser una prioridad del próximo Gobierno de España, sea cual sea. Es un escándalo democrático, que los principios constitucionales de suficiencia y equidad no se cumplan para cinco millones de personas; y afecten a tres pilares del Estado del Bienestar: sanidad, educación y dependencia.

--¿Qué plantea el Consell?

--Cambiar el estatus quo, que nace del pacto Zaplana-Aznar, y que Zapatero mejoró pero no cambió. No queremos parches, como en 2009, sino cambio de modelo. El Congreso de los Diputados debe decir cuántos euros por cápita corresponden para sanidad, educación, pensiones, seguridad social, todas las funciones sociales. Y garantizar la parte autonómica.

--¿Va a vertebrar la Comunitat una solución con Cataluña?

--Aparte de que los catalanes tienen una discrepancia sobre líneas; sus problemas son similares a los nuestros, como los de Murcia, Baleares, y un poco menos como Castilla-La Mancha y Andalucía. Toda la diagonal desde Cataluña a Andalucía, al este. Nos dicen que son malgastadores y solo pedimos dinero a Madrid. Vamos a ver, es del contribuyente y el 85% lo recauda Montoro, pero no es suyo. Si no podemos disponer, no se puede gestionar.

--¿Hará recortes la Generalitat?

--¿El PPCV está queriendo decir que recortemos 1.300 millones; en lugar de hacer piña y hacer que salgan? Si no llegan los 1.300 millones consignados --por la infrafinanciación--, aún son menos que los 1.800 que puso ficticiamente el PP en su etapa. Es lo necesario para llegar al gasto del año anterior, aún así inferior a la media, en 300 euros per cápita. Para igualar la media, se necesitarían 2.400; y por encima, 4.000. Se hace por estabilidad presupuestaria. Pedir 1.300 es injusto.

--¿Qué escenario se plantea?

--Que el nuevo Gobierno cambie el modelo y destine este año 1.300 millones con efecto retroactivo. Que la negociación no acabe y se atienda a las autonomías bajo la media. O seguir igual, y pagar el desvío de déficit en el FLA 2017.

--¿Qué opina de la crisis de las asociaciones empresariales?

--Es un problema. Necesitamos una interlocución potente. Los empresarios tienen que estar articulados y representados, como los sindicatos, para compartir la política económica. En Alicante y Castellón hay una crisis interna que no es buena para ellos ni para la sociedad. Aspiro a que los empresarios más dinámicos de Castellón recuperen la voluntad de cohesión.

--¿Qué tasas se prevén en 2017? ¿Se incluirá la turística?

--Dejamos trabajar a la comisión de expertos, entre ellos el castellonense Germà Colón. En julio estará el borrador y conversaremos con patronal y sindicatos, partidos, economistas, sector turístico, etc. Queremos un sistema progresivo, con redistribución de renta; y faltan figuras impositivas fáciles de usar en la lucha contra el fraude. Es injusto que quienes pagan lo hagan por dos.

--¿Se subirán los impuestos?

--No se trata de subir, sino reordenar. No es verdad lo que dice Rajoy, que cuando bajas impuestos subes la recaudación: el de sociedades ha caído de media el 10%; e IRPF, el 4%. Gran parte del déficit que exige Bruselas, es por la reforma fiscal electoralista de Rajoy, que planteó antes de tiempo.

--¿Habrá capítulo inversor en los presupuestos del 2017?

--Es el deseo. Que un gobierno con 18.000 millones de presupuesto no pueda hacer obra nueva y solo pagar pendientes no se entiende. ¡Cómo estaban las finanzas! Si no cambia el sistema de financiación autonómica, el techo presupuestario del 2017 será el del 2015. No podemos resistir con tantas infraestructuras todavía por hacer y sin poder invertir más en política industrial y programas de innovación, por ejemplo, para el azulejo.

--¿Y la lucha antifraude?

--Queremos aunar esfuerzos con consellerias, diputaciones y ayuntamientos para ganar eficacia en la recaudación. Otra voluntad es que, con la Agencia Tributaria Valenciana, se comience a hablar del carácter federal que debe tener la española. No puede ser la unilateralidad fiscal del Ministerio. Las mismas urnas que han elegido a Montoro han elegido a Puig. Todos formamos el Estado español.

--¿Es posible una Hacienda pública valenciana?

--Conozco las restricciones constitucionales. En la teoría, si una Administración recauda el dinero que luego va a las autonomías, ¿no sería mejor que lo hiciera cada una? Así el debate en Les Corts sería de verdad, sobre ingresos y gastos, no solo gastos. H