Los retrasos en la vacunación al personal de la sanidad privada no se han resuelto, a pesar de la llegada de más dosis. La plantilla de los seis centros de diálisis de la provincia de Castellón todavía no ha sido inmunizada ni tiene fecha para ello, a pesar de estar en contacto directo con pacientes infectados que requieren de tratamiento.

«Trabajamos para una multinacional a la que paga la Seguridad Social porque nuestros pacientes nos los derivan los hospitales y algunos de ellos tienen covid. Nos sentimos olvidadas y debemos ser vacunadas como el personal de la sanidad pública porque que no lo estemos supone un grave riesgo para nuestros pacientes que son un colectivo inmunodeprimido», señala una enfermera que trabaja en uno de estos centros repartidos por la provincia. En concreto, se localizan en la Vall d’Uixó, Vila-real, dos en Castelló, Orpesa y Vinaròs. Solo el 10% de las plazas de diálisis de la provincia son públicas y se ubican en el Hospital General de Castelló. Atienden a cerca de 600 enfermos renales.

«Es un peligro que no estén inmunizados, ya que nosotros, los pacientes apenas salimos, por lo que los contagios pueden venir por parte de un trabajador», lamenta el presidente de Alcer Castalia, Juan Doménech.

Desde el Colegio de Enfermeros y Enfermeras de Castellón remitieron una carta a la Conselleria de Sanitat «para instar a vacunar a todos los sanitarios, sin distinción de si trabajan en la sanidad pública y privada». «Ante el silencio de Conselleria, hemos interpuesto una demanda porque es necesario que Sanitat cumpla por la protección de los profesionales y por el bien de los pacientes», señaló el presidente del colegio, Francisco Pareja.