Con extraordinaria solemnidad, como es habitual, se celebró en la Basílica del Lledó la fiesta del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. No en vano se venera en este lugar la memoria de su Santísima Madre, bajo la advocación del Lledó, desde hace ahora 650 años.

La fachada de la Casa Prioral fue adornada desde la hora del ángelus del día anterior con reposteros con el anagrama de la Virgen y un gran tapiz, pintado a mano, por Fausto Vera, de la vecina población de Villavieja.

La víspera, se celebró la Sabatina y la Misa de la Vigilia, cantada por la Coral “Veus de Lledó” y el domingo día 25, la Misa Solemne fue presidida por el prior de la Basílica Mossén Josep Miquel Francés, y cantada por la Rondalla “Els Llauradors”, que interpretaron numerosos villancicos o “nadales”, propios del repertorio de la comarca de La Plana y la “Missa dels Llauradors” compuesta por el maestro LLuis Viciano.

Al inicio de la Solemne Eucaristía, el prior proclamó la “Calenda de la Navidad”, en la que se anuncia el Nacimiento de Nuestro Señor. Después de encender el cirio blanco que remata la Corona de Adviento, el sacerdote se traslado hasta el Belén Monumental, de donde tomó la imagen del Niño Jesús para ser entronizado en la cuna colocada ante el Altar Mayor. Tras el canto del Gloria, el prior incensó la imagen, que mas tarde sería venerada por todos los presentes.

Un gran adorno floral, compuesto por decenas de flores de pascua, se había colocado junto al altar de la Patrona de la Ciudad, que lucía un manto antiguo de color blanco, vestida previamente por la Junta de Señora Camareras de la Real Cofradía del Lledó.

Al finalizar la Celebración, se cantó la Salve Popular y durante más de una hora los fieles fueron subiendo al Camarín para venerar y ver de cerca la imagen de Santa María del Lledó, la Madre de Jesús, en este día del Nacimiento de Nuestro Señor.