La Comunitat registró 2.300 solicitudes de asilo en el año 2017, lo que supone un aumento del 167% respecto a las 1.400 del 2016, según el informe anual Las personas refugiadas en España y Europa de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Así lo explicó ayer el coordinador territorial, Juan Durá, quien señaló que es la quinta autonomía en cifra de peticiones, tras Madrid, con unas 11.200; Cataluña, con 3.900; Andalucía, con 3.300; y Melilla, con 2.800.

Durá detalló que una solicitud efectuada en territorio español puede tardar entre «un año y medio y dos años» en resolverse, por lo que no se sabe el número exacto de refugiados en estos momentos en la Comunitat. Y destacó que llevan «16 años de informes anuales», que este año «coincide con la llegada del Aquarius y otras embarcaciones con migrantes a Andalucía», así como con las «políticas de externalización y el blindaje de fronteras», que han provocado un cambio en los movimientos migratorios.

Mostró preocupación por el futuro de los migrantes acogidos en València, pues no se sabe «qué pasará con los que se queden en España en situación de irregularidad y con aquellos a los que Francia no otorgue el estatuto de refugiado». Y por ello, CEAR solicitó «vías legales y seguras para que los refugiados puedan pedir protección internacional y conseguir visados para no acabar de clientes de las mafias».

El número de solicitudes de protección internacional en España se duplicó en el 2017, de 15.755 a 31.120, pero son «siete veces menos que Alemania, cuatro que Italia, tres que Francia y cerca de la mitad que Grecia». Durá remarcó, sin embargo, que el porcentaje que recibió esta protección descendió a la mitad ante el año 2016, del 67% al 35% (4.760 personas), sobre todo venezolanos (el triple en un año), sirios, colombianos, ucranianos, palestinos, argelinos, salvadoreños, hondureños, cameruneses y marroquís.