Solo 11 municipios de la provincia de Castellón cuenta con el preceptivo plan local de prevención de incendios forestales. Esta planificación es obligatoria para las poblaciones de la provincia que cuenten con terrenos forestales. Un hecho que da a conocer la Conselleria de Medio Ambiente en un momento en el que las altas temperaturas y la baja incidencia de precipitaciones, junto a la mayor afluencia a las zonas forestales, disparan el riesgo.

De los 135 municipios de la provincia, solo cuatro carecen de terrenos forestales en su término y, por tanto, estarían exentos de tenerlo. Son, según la Conselleria de Medio Ambiente, les Alqueries, Burriana, Geldo y Moncofa. El resto están obligados a contar con uno. Sin embargo, el 90% incumple el requisito. Únicamente Aín, Alcudia de Veo, Ares, Xóvar, Eslida, Higueras, Montán, Montanejos, Onda, la Vall d’Uixó y la Vall d’Almonacid han cumplido. De hecho, desde el 2013 no han aprobado ningún nuevo plan.

Desde la Conselleria de Medio Ambiente aseguran que se está tramitando una orden por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de ayudas destinadas a la redacción de nuevos planes locales o para la revisión de los ya aprobados.

MÁS SEGURIDAD // Fernando Kindelan, jefe de la sección forestal del Consorcio Provincial de Bomberos, resalta la importancia de contar con estos protocolos. Según indica, «las administraciones locales y autonómicas ahora son mucho más conscientes del riesgo». «La Generalitat impulsa a los ayuntamientos a que desarrollen normativas de actuación porque es una herramienta muy importante, facilita nuestro trabajo y minimiza los efectos del incendio, las afecciones a población y a viviendas», detalla.

«Por ejemplo, en caso de que un incendio afecte a núcleos de población, desde el punto de vista de emergencias y protección civil, cuanto mejor planificada sea la respuesta, mejor», refleja Kindelan. El especialista señala la importancia de planificar criterios de actuación cara a la aparición de una emergencia, como diseño de rutas de evacuación, puntos de concentración, realización de simulacros o medidas preventivas para que la vegetación no linde con las viviendas y así se minimice el riesgo.

bajo CONTROL // Según la Conselleria, estos planes contemplan tanto medidas de extinción como de prevención, creando oportunidades de control y estructuras en el paisaje que generen fuegos de menor intensidad o, al menos, dentro de la capacidad de extinción en parte de su recorrido.

Un aspecto que preocupa especialmente son los llamados incendios forestales de cuarta generación, es decir, los que se propagan en torno a urbanizaciones ubicadas en zona forestal, y los de quinta, que se generan simultáneamente en una amplia zona, que amenazan la población y que superan el límite de capacidad de extinción de los bomberos.

En la provincia hay tres demarcaciones forestales --Sant Mateu, Vall d’Alba y Segorbe-- que disponen de su propio plan, en el que se propone una serie de acciones a cada municipio. Los protocolos locales deben incluir estas actuaciones y nuevas propuestas. También proponen actuaciones de carácter estructural, de concienciación y económicas orientadas a complementar las políticas locales de prevención en la lucha contra los incendios.