El riesgo de incendios en el bosque vuelve fiel a su cita de cada verano, con el peligro añadido de haber pasado una primavera muy lluviosa y el aumento de una masa forestal que no se pudo retirar durante el confinamiento por el coronavirus. Sin ir más lejos, este fin de semana se espera superar de nuevo los 30 grados de temperatura en numerosos puntos de Castellón. Lo que no cambia es la lentitud de los ayuntamientos en tener acabados los planes de prevención contra fuegos forestales.

Solo son 13 las localidades de la provincia en tener aprobados estos documentos. El listado está compuesto por Ares del Maestrat, Alcalà de Xivert, Orpesa, Montanejos, Montán, Higueras, Onda, Alcudia de Veo, Vall de Almonacid, Aín, Eslida, Chóvar y la Vall d’Uixó. Así queda reflejado en la información del Institut Cartogràfic Valencià. La Generalitat establece que es obligatorio para aquellos los municipios que cuenten con superficie forestal en su término. Que en el caso de Castellón son todos.

Pese a los pocos avances aparentes, que incluso fueron objeto de un toque de atención por parte de la Sindicatura de Greuges el pasado año, desde la Conselleria de Medio Ambiente indican que hay un elevado nivel de tramitaciones, gracias en parte a las ayudas convocadas por la Generalitat. En estos momentos hay 90 municipios que están en este proceso, y la mayoría de ellos, 70, llevan el trayecto «muy avanzado, de manera que estaríamos en disposición de aprobarlo en los próximos meses», mencionaron a Mediterráneo fuentes del departamento autonómico.

Un plan de estas características analiza el riesgo de incendios, áreas de especial protección, un inventario de medios propios y movilizables en caso de declararse un fuego, y desgranar unos protocolos de actuación. Un camino que tarda, aproximadamente, dos años en resolverse.

PERSPECTIVAS / En cuanto a las previsiones de este verano el presidente de la Plataforma Forestal Valenciana, Rafa Delgado, indicó que a lo largo de las próximas semanas «la acumulación de vegetación provocará mucho riesgo de incendios, aunque la vegetación está más húmeda que en otros años por estas fechas», lo que podría ser beneficioso, al impedir la rápida expansión de los fuegos. Pese a ello, la Agencia Estatal de Meteorología avanza que la estación muy seca, con lo que el peligro sigue muy elevado.