Apenas quedan dos semanas. El próximo 8 de octubre entrará en vigor el nuevo modelo de bono social de la luz, que establecerá descuentos en la factura eléctrica mensual de entre el 25 y el 40% a los clientes que cumplan unos requisitos estrictos en función de la renta y a todas las familias numerosas. El problema es que catorce días antes de que venza el plazo, y según fuentes del sector, únicamente 8.951 hogares de Castellón, de los 25.591 que actualmente disfrutan del bono, han logrado renovarlo, por lo que, hoy por hoy, más de 16.000 familias de la provincia (el 65%) se quedarían fuera. Y todo eso en un momento en el que el precio de la luz marca un nuevo máximo anual. ¿Los motivos? La falta de información, la complejidad que para miles de usuarios supone la tramitación del bono y una modificación de los criterios exigidos para su aplicación, que tiene como principal diferencia el nivel de renta en detrimento de la potencia contratada, como ocurría hasta ahora.

Que solo 9.000 familias de la provincia se hayan acogido hasta la fecha al nuevo bono social eléctrico no quiere decir que el resto no tengan derecho a ello. Es probable, según fuentes del sector, que muchos hogares de Castellón reúnan los requisitos, pero no se han enterado de que tienen que solicitar la renovación del bono. Y tienen que hacerlo ante su compañía eléctrica. Si es así, no hay plazo para tramitarlo, pero si no lo hacen antes del 8 de octubre se quedarán sin la rebaja en la factura, aunque recuperarán el descuento en cuanto su expediente sea aceptado.

El bono social eléctrico creado en el 2009 constituía una ayuda en la factura de la electricidad de los consumidores vulnerables, entendiendo por tales aquellas familias con una potencia contratada inferior a 3 kW, fuera cual fuera su situación económica; los pensionistas con pensión mínima; las familias numerosas; y aquellas que tuvieran a todos sus miembros en desempleo. «Con el anterior formato podía darse la circunstancia de que una segunda residencia contara con bono social. Ahora prima más la renta», explican en el sector. El bono nuevo elimina al grupo de usuarios por debajo de 3 kW y ahora estos tendrán que demostrar su nivel de renta para acceder a los descuentos en la factura. De los casi 26.000 beneficiarios del bono antiguo en la provincia, 20.924 eran hogares con una potencia menor a 3 kW.

Así, parte de esos 20.900 usuarios podrían mantener la ayuda porque su nivel de renta está por debajo de lo establecido y otros, en cambio, la van a perder. A los pensionistas se les exige que no tengan más ingresos que la pensión y a las familias con todos los miembros en paro que convivan en la misma unidad familiar.

Además de demostrar la renta disponible, el número de miembros que viven en el hogar o que se trata de una familia numerosa, el posible beneficiario debe reunir un requisito imprescindible: su contrato de suministro de electricidad debe estar en el mercado regulado. Si está en el libre no tiene derecho a la ayuda, a no ser que pida un cambio.