La escuela concertada de Castellón fue la única en oponerse ayer, durante la celebración del Consell Escolar Municipal en el Ayuntamiento de Castellón, a la rebaja de las ratios, que pasará de 30 a 23 alumnos por clase en la capital de la Plana el próximo curso.

“La bajada obedece solo a la voluntad de que haya un trasvase de alumnos de la concertada a la pública y no tiene, además, ninguna base legal”, aseguró en declaraciones a este periódico el presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), José Antonio Rodríguez. Y es que para él la Conselleria “ha tirado por la calle de enmedio, sin esperar a que saliera el decreto de escolarización” y ha mantenido líneas, “pese a que todos” saben que el objetivo “es mover estudiantes”, aseveró Rodríguez.

El nuevo mapa de aulas que está configurando la Conselleria de Educación, denominado arreglo escolar, se debatió en el salón de plenos y recibió halagos y una única alegación, la referente a la supresión de un aula de Primaria en el CEIP Blasco Ibáñez.

“No solo se pierde dicha unidad, sino a tres docentes, uno de Primaria, otro de Educación Física y un tercero de Pedagogía Terapéutica”, puntualizó el concejal de Educación, Enric Porcar, quien confirmó que el traslado de la alegación efectuada por la AMPA del Blasco Ibáñez y FAPA Castellón al Consell se hará “hoy mismo”. El objetivo, según Porcar, es que desde Educación se replanteen una supresión que el año que viene “podría afectar también a otros centros como el Bisbe Climent, Antonio Armelles, así como al Herrero”, concretó.

“UN CONSELL HISTÓRICO” // Por lo que respecta a la bajada de las ratios, el concejal apuntó que tanto los sindicatos como los padres expresaron ayer su “satisfacción” y “alegría” por una medida que, según el edil, “mejora las condiciones de aprendizaje y también las laborales para los docentes”. “Ha sido un Consell Escolar histórico, sin mal ambiente ni crispaciones por culpa de los recortes”, puntualizó Enric Porcar. H