El panorama en Castellón no es, ni mucho menos, una excepción. Un simple vistazo a las tasas de cobertura por regiones o por provincias permite detectar que solo cuatro comunidades (Madrid, Canarias, Baleares y Murcia) tienen al menos dos cotizantes por cada pensionista, y serían las únicas en las que las aportaciones de los activos permitirían asegurar las pensiones en sus territorios si la Seguridad Social estuviese regionalizada o provincializada y no funcionase el sistema de caja única.

Por encima de la media nacional de cobertura (1,82 cotizantes por pensión) están las comunidades de Navarra, Murcia, Madrid, Canarias, Baleares y Andalucía. La mayor holgura se produce en Madrid, con 2,59 cotizantes por cada pensión, mientras que los problemas más serios se presentan en Galicia y en Asturias. En ambos casos hay prácticamente un contribuyente por cada pasivo con prestación de jubilación o invalidez: en Asturias cotiza 1,14 personas por cada una que cobra, mientras que en Galicia aportan 1,23 personas por cada una que recibe prestación pública de Seguridad Social.

Aunque Castellón se encuentra por debajo de la media nacional (1,69 cotizantes por cada pensionista) hay provincias que están mucho peor. Lugo es uno de esos ejemplos. Tiene tan solo 0,97 contribuyentes por cada pensionista. No es la única. Orense, Zamora o León se encuentran en la misma tesitura. En el lado contrario, donde las cuentas están mucho más saneadas, es en Almería, Las Palmas y Tenerife, cuya ratio supera los 2,4. H