El alumnado de los colegios de Castellón Herrero y Vicent Marçà ya tienen lugar donde se trasladarán una vez comiencen las obras en los dos centros educativos, tras meses de reuniones.

Así lo anunció ayer el concejal de Educación, Enric Porcar, a este diario, quien destacó que, tras haberse reunido con ambas AMPAS y equipos directivos, los estudiantes del colegio Herrero se trasladarán a los módulos preindustrializados que se instalarán en un solar dotacional-educativo en forma de L del PAU Sensal, ubicado junto al colegio Carles Salvador. «Además, también se habilitará una zona de párking para los residentes», explicó Enric Porcar a Mediterráneo.

Por lo que se refiere al Vicent Marçà, tras buscar solares en el entorno del colegio, «al final encontramos uno donde se ubicaba la antigua fábrica Sales Altava, detrás de la gasolinera de la carretera de Borriol». Allí irán los módulos que darán servicio a los estudiantes de este centro en cuanto comiencen las obras del mismo, para las que aún no hay fecha de inicio. «Se dotará de semáforos o medidas especiales dicho vial para incrementar la seguridad en el cruce», afirmó.

TRABAJOS / En cuanto al estado de los proyectos de ambos colegios, Porcar detalló que en la actualidad «estamos a la espera de que la Generalitat nos dé el visto bueno a la última modificación de anualidades del Vicent Marçà que se aprobó en el pleno del jueves para que, desde el Ayuntamiento de Castellón, se pueda contratar la redacción del proyecto y la dirección de obra».

Y, en cuanto al colegio Herrero, «en estos momentos está en estudio la estructura del edificio antes de comenzar con la rehabilitación del mismo».

La búsqueda de estos dos solares por parte del consistorio vino dada después de que la Conselleria de Educación hiciera más ambicioso el proyecto de adecuación de Penyeta Roja para acoger, no solamente a los alumnos del Herrero y Vicent Marçà debido a las obras en ambos centros, sino también a todo aquel alumnado cuyos colegios puedan ser remodelados en un futuro. Así las cosas, y debido a la mejora de este proyecto que pasó de un presupuesto de 300.000 euros a tres millones, también se amplió el plazo de finalización del mismo, siendo este el 2021. Una fecha que resulta demasiado tardía para el estudiantado del Herrero y del Vicent Marçà porque las obras de ambos recintos comenzarán antes de esa fecha.

Fue por este motivo, por el que el concejal de Educación tuvo que buscar una solución a este problema en el menor tiempo posible y que llega ahora.

Porcar mostró ayer su satisfacción porque, a su entender, ambas soluciones aportadas en los solares satisfacen tanto a los padres y madres como a la dirección de ambos colegios. No obstante, bien es verdad que estos colectivos la tienen que trasladar a sus respectivas asambleas para obtener el sí definitivo.