La provincia de Castellón cuenta con dos tramos de carretera entre los que presentan más riesgo de accidentalidad de toda España, según el último Estudio EuroRAP («road assessment programme»), un consorcio formado por administraciones públicas de toda Europa y 19 automóviles clubes europeos que representan a 35 millones de conductores.

Los tramos de carretera castellonense que presentan este dudoso honor son los de la N-238 de acceso a Vinaròs (Baix Maestrat), con una intensidad media diaria (IMD) de 4.414 vehículos, que ha registrado tres accidentes con una víctima mortal y dos heridos graves entre 2016 y 2018, por lo que EuroRAP le adjudica un índice de riesgo del 69,7%. Este punto se encuentra en la posición 31ª a nivel nacional en cuanto a su índice de peligrosidad, mientras que también hay que extremar las precauciones al volante en la N-340 entre Vinaròs y San Carles de la Ràpita. Circular por estos quince kilómetros tiene un índice de peligrosidad del 56,8% tras registrar once accidentes graves con seis fallecidos y ocho heridos graves.

El tramo más peligroso de toda España se encuentra en la provincia de Ourense, en la N-541, entre las poblaciones de Dacon y Almuzara. De hecho Galicia (3) es la comunidad con más tramos peligrosos de toda España, seguida de Cataluña (2) y el resto se encuentran en Castilla-La Mancha, Castilla-León y el de la Comunitat Valenciana, ubicado entre Utiel y Sinarcas, de 22,5 kilómetros y en la N-330.