Morella, Vilafamés y Peñíscola se posicionan como los municipios castellonenses más visitados. Las tres localidades tienen, al menos, dos cosas en común: Un castillo que corona el casco urbano y su pertenencia a la Asociación de Pueblos Más Bonitos de España. La llegada de turistas a estas localidades es cada vez mayor, gracias a la potenciación de imagen que está haciendo cada uno de los municipios.

Peñíscola, la más cinematográfica

En Peñíscola, la concejala de Turismo, Raquel París asegura que el principal atractivo para los turistas es que es uno de los escenarios de series muy seguidas a nivel mundial, como Juego de Tronos, donde aparecen localizaciones como el Parque de artillería, la calle Mayor, el Portal Fosc, el paseo de Ronda o la plaza de Santamaría.

París destaca que ahora el turismo en Peñíscola está totalmente desestacionalizado y que las visitas se producen con gran intensidad todo el año, aunque señala que en verano los empadronados en la localidad «se multiplican» y pasan de ser 8.094 a cerca de 150.000.

Morella, la ‘joya’ del interior

Morella es la localidad más al norte de las tres más visitadas. Según su concejala de Turismo, Mari Carmen Escuder, este año, una de las localizaciones más «significativa, peculiar y atractiva» del municipio, el castillo, ha recibido la vista que alcanza el millón.

Escuder tiene claro que la pertenencia, desde 2013, de Morella a la Asociación de Pueblos Más Bonitos de España ha servido para impulsar el turismo aunque a su vez considera que la localidad siempre ha sido una de las principales atracciones turísticas, que solo en el mes de agosto ha contabilizado 9.000 visitas a la oficina de turismo, con una oferta cultural más allá del sol y playa.

Además, la concejala señala que la gastronomía del pueblo es excepcional: «Hay muchos restaurantes pequeños pero que dan un servicio hostelero increíble. Mucha gente viene buscando nuestra cultura culinaria».

Vilafamés y su gastronomía

Por su parte, el encanto de Vilafamés, según su alcalde, Abel Ibáñez, reside en que es una localidad «enclavada en una montaña», algo que la hace «única». Además, destaca que su casco antiguo está declarado como Bien de Interés Cultural. Asimismo, asegura que en cada uno de los eventos gastronómicos que se celebran a lo largo del año «las visitas son masivas», y que esto es un «beneficio para el resto de pueblos del entorno», ya que Vilafamés no tiene capacidad para albergar a tanta gente.