El Grupo de Estudio y Conservación de los Espacios Naturales (GECEN) denuncia la mortalidad insostenible de ejemplares de águila perdicera que está ocurriendo en Castellón en los últimos tiempos. Según la información a la que ha tenido acceso el GECEN, el pasado domingo fue encontrada otra águila perdicera muerta por electrocución en el término municipal de Altura (Alto Palancia). El águila, un macho adulto reproductor, murió electrocutado en una torre eléctrica que carecía de medidas anti-electrocución. La muerte de este ejemplar, que no constituye un caso aislado, es la novena águila perdicera adulta que muere en la provincia de Castellón en los últimos dos años, desde que investigadores de la Universidad de Alicante iniciaran un proyecto de seguimiento de ejemplares mediante emisores GPS. Según la información facilitada por la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, desde 2015 se han recogido muertos otros ocho ejemplares, dos de ellos electrocutados en tendidos eléctricos de media tensión, otro muerto por colisión con una línea eléctrica de alta tensión, dos ahogados en una balsa de riego, dos tiroteados por cazadores furtivos y uno muerto por causas naturales.

El hallazgo de este ejemplar pone de manifiesto que la mortalidad no natural de águila perdicera en Castellón está alcanzando niveles totalmente insostenibles, que llevarán a la extinción de la especie en la provincia de no tomarse medidas de conservación inmediatas para poner freno a esta sangría. De hecho, la provincia de Castellón, donde antaño habitaba una población saludable de águila perdicera, se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los principales sumideros de mortalidad de la especie en España. Además, un hecho especialmente agravante es que a Castellón vienen a asentarse todos los años ejemplares procedentes de comunidades autónomas vecinas (principalmente Cataluña), que acaban muriendo por culpa de los tendidos eléctricos, balsas de riego y disparos de cazadores furtivos, entre otras causas.

Con menos de 80 parejas en toda la Comunidad Valenciana, el águila perdicera está catalogada como especie “En peligro de Extinción” en las comunidades autónomas vecinas, mientras que en la Comunidad Valenciana está catalogada como especie “Vulnerable” según el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas. Desde el GECEN urgimos a las autoridades pertinentes, y especialmente a la Dirección Territorial de Medio Ambiente de Castellón, a que tomen medidas urgentes para frenar el declive imparable que está sufriendo la especie en la provincia. Además, instamos a la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural a que reconsidere la catalogación de la especie en el catálogo valenciano, pasando a ser considerada como “En Peligro de Extinción” en lugar de especie “Vulnerable”, a tenor de los resultados que se están obteniendo. Eso comportaría la obligación de redactar un “Plan de Conservación” en el que se detallen todas las medidas de conservación necesarias para frenar el declive de la especie en nuestro territorio. Entre las más importantes, desde el GECEN señalamos la corrección de tendidos eléctricos peligrosos mediante forrado de elementos conductores, instalación de rampas anti-ahogamiento en balsas de riego, señalización de tendidos eléctricos de alta tensión mediante dispositivos salvapájaros para incrementar la visibilidad de las líneas eléctricas, favorecer el incremento de especies presa como el conejo, perdiz y paloma y, por último y no menos importante, la persecución por la vía penal y sanción a los cazadores que disparan furtivamente a especies no cinegéticas. Desde el GECEN consideramos que, de no tomarse de inmediato estas medidas de conservación urgentes, la presencia del águila perdicera en nuestra provincia se convertirá en un triste recuerdo del pasado.