La crisis catalana entró ayer en escena en el pleno de la Diputación de Castellón de la mano de uno solo de los 28 puntos que se discutieron en una densa sesión. Fue con la moción presentada por Ciudadanos (Cs) para pedir que el Estado equipare los salarios de las fuerzas de seguridad nacionales con los de los Mossos d’Esquadra o la Ertzaintza pero, sobre todo, por la enmienda de adición del PP para mostrar un «apoyo firme» a la Policía Nacional y la Guardia Civil en su labor «desde la legalidad constitucional, de la soberanía nacional, el Estado de Derecho, la democracia y la convivencia entre los españoles». Con miembros de ambos cuerpos entre el público, PP, PSPV y Cs cerraron filas para su aprobación frente al rechazo de Castelló en Moviment (CSeM) y la abstención de Compromís.

Desde esta última formación, Pau Ferrando la moción fue «una excusa para llevar al debate y criticar a Cataluña», mientras que Iñaki Vallejo, de CSeM, dijo que la propuesta del PP era para «seguir echando leña al fuego» del conflicto catalán. El vicepresidente de la Diputación, el popular, Vicent Sales, aseguró que «todos» han sido «testigos de la hostilidad y la violencia sufrida por los cuerpos de seguridad», de ahí «el rechazo a estas situaciones».

Si el socialista Antonio Lorenzo defendió la conveniencia de la equiparación salarial entre las fuerzas de seguridad, que «son las que consolidan la democracia», la Cristina Fernández, de Ciudadanos, apeló a que para una «convivencia en paz en Cataluña» hace falta esa equiparación.