Reforzar la gestión de los centros de menores de la provincia de Castellón y supervisar las funciones para evitar otra problemática como la registrada en la residencia de Segorbe, que llevó al traslado de los 18 niños y adolescentes tutelados por el Gobierno autonómico al considerar que se habían registrado supuestos «malos tratos» y conductas «inapropiadas». Este es el objetivo de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que ha decidido presupuestar en sus cuentas del 2018, un destacado refuerzo de plantilla en este sentido.

Una de las principales novedades es el hecho de que se vaya a crear un puesto de coordinador de centros en la dirección territorial, que se encargará de supervisar de cerca la gestión de estas instalaciones. Actualmente, tras el cierre en Segorbe, en la provincia hay siete residencias para menores tutelados por la Generalitat. Se trata de los dos centros públicos de gestión privada, que ya no administran las Hermanas Terciarias Capuchinas, la misma orden que gestionaba la residencia del Alto Palancia. Son Plana Baixa, en Nules, gestionado por la Fundación Diagrama, quien también se encarga de los dos centros de acogida de menores que hay en Vinaròs. Por su parte, el concurso de Plana Alta, en Castellón, se resolvió a favor de la Fundación Salud y Comunidad.

El mapa en la capital de la Plana lo completan Verge de Lledó y Penyeta Roja, financiado por la Diputación y cuyo cierre está anunciado para el próximo año. Por último está la Casa Don Bosco, que administra en Burriana una entidad que depende de la Fundación Ángel Tomás.

conflictos // Verge de Lledó reforzará su plantilla con dos personas. Estas instalaciones sufrieron un incremento de residentes. Algunos menores de Segorbe se sumaron a un grupo de chavales de Monteolivete, el polémico centro de Valencia que fue cerrado, provocando conflictos, como alertó la propia Fiscalía.