El periplo judicial que rodea a la zona de las tascas de las calles Isaac Peral y Barracas de Castelló, que dura 11 años, ha llegado a su fin, o eso parece. El Tribunal Supremo (TS) ha declarado «inadmitido» el recurso de casación presentado por el Ayuntamiento contra la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) de prohibir el consumo de alcohol en la vía pública, que se limita al interior de los locales y al espacio que ocupan los veladores --las pequeñas mesas situadas en la calle, pegados a las fachadas de los negocios--. El equipo de gobierno municipal, como último recurso, fía a la modificación de la ley de salud autonómica el blindaje de esta zona.

El no del Supremo deja al Ayuntamiento sin más instancias judiciales a las que acudir. El recurso fue presentado en septiembre del año pasado, después de que en junio el TSJCV anulara el artículo 26 de la ordenanza municipal promulgada en el 2012, que consideraba las tascas como una zona «tradicional» y «emblemática», en la que, por tanto, se podía consumir alcohol en la calle.

Esta sentencia parte de una denuncia presentada en el ámbito contencioso-administrativo por Castelló Sense Soroll. Dadas las fechas, hay que recordar que esta limitación no se aplica en las fiestas de la Magdalena.

última carta // Ante esta situación, el equipo de gobierno municipal «ya está trabajando» para que las tascas sean consideradas como una zona gastronómica y tengan de nuevo la consideración de un espacio singular, la que le otorgaba el artículo 26 de la ordenanza. Para conseguir este objetivo quiere apoyarse en la última modificación de la ley de salud pública autonómica, que otorga más competencias a los ayuntamientos a la hora de regular el consumo de alcohol.

Cuenta, además, con el apoyo de todos los grupos a nivel autonómico, ya que PP, PSPV, Compromís, Podem y Ciudadanos fueron unánimes a la hora de expresar su adhesión a esta modificación. Así que incluso aunque el escenario poselectoral sea muy distinto al actual, no parece que el Ayuntamiento vaya a encontrar ninguna oposición desde la Generalitat valenciana.

Hay otro frente en el que también se está incidiendo: el impacto del ruido. Tal y como detallan fuentes municipales, el objetivo es que las tascas dejen de tener la etiqueta de zona acústicamente saturada (ZAS), por lo que se insistirá en la aplicación de las medidas correctoras que se han implantado en este sentido. Un ejemplo es la colocación de los toldos fonoabsorbentes, que disminuye el nivel de decibelios al que están sometidos los vecinos.

más zas // Las tascas tienen la consideración de ZAS desde el año 2010, al igual que la calle Lagasca. En la Muralla Liberal y la plaza Tetuán se aplican medidas PAZ (planes acústicos zonales), que significa el paso previo a la consideración de saturadas.