La Generalitat ha suspendido sine die las clases en los centros educativos de Castelló, Valencia y Alicante, para prevenir la expansión del coronavirus. Una decisión que afectaría a alrededor de 93.500 alumnos castellonenses de Infantil a Primaria, a los que habría que añadir los más de 12.000 de universidad. Así lo anunciaron ayer los consellers de Educación, Vicent Marzà, y Universidad, Carolina Pascual.

El conseller explicó que la decisión se ha adoptado atendiendo a criterios sanitarios, técnicos y científicos para evitar mayor contagio de este virus. «Estos días hemos trabajado en 15 escenarios posibles; en pleno contacto con los consejeros de otros territorios más afectados, como Madrid o País Vasco, y con el Ministerio, para hacer las acciones en cohesión y coherencia, y decidir las más adecuadas conforme a la situación sanitaria».

Sobre la posibilidad de que este cese de actividades lectivas se enlace ya con las vacaciones de Semana Santa, el titular de Educación señaló que el tiempo decidirá cuándo sanitariamente es bueno retomar las clases, pero por el momento será hasta nueva orden. De hecho, esta es una de las posibilidades «viendo cómo esta evolucionando».

El cese de actividades afecta al conjunto de la formación en todas las etapas educativas, públicas y privadas; sin embargo, solo para el alumnado. «Tenemos las instrucciones ya escritas; el profesorado habrá de acudir al puesto de trabajo, en coordinación, para dar salida y faena a los niños, porque queremos que sigan teniendo actividad», concretó Marzà. Marzà aclaró que se suspenden las actividades presenciales, lo que abre la puerta a seguir con actividad y continuar avanzando en su formación, aunque los chavales no estén en el centro.

También se extiende a las universidades públicas y privadas de la Comunitat, así como a las enseñanzas superiores y artísticas, explicó la consellera Carolina Pascual, para prevenir el posible contagio. Pascual señaló que ha estado en contacto con los rectores, que facilitarán los medios para que la docencia se pueda seguir dando de forma virtual.

La suspensión también afecta a los viajes escolares e intercambios de alumnado y profesorado. También la UJI ha comunicado que aplazan todos los programas de movilidad e intercambio de la comunidad universitaria que no estén ya iniciados y las prácticas que no contemplen el teletrabajo. No obstante, el personal tendrá que seguir acudiendo a sus puestos, aunque se contemplará que puedan desempeñar desde casa sus tareas.

CONCILIACIÓN

Desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos Penyagolosa, Josep Albiol, declaró que aunque es una medida drástica entendemos que está adoptada en base a criterios científicos y de seguridad sanitaria. Esperan que la misma tenga un carácter temporal y pueda volverse a la normalidad cuando las circunstancias lo aconsejen y confió en que se complementen con otras medidas sociales que favorezcan la conciliación.

El sindicato mayoritario, STEPV, mientras, consideró que no tiene sentido suspender las clases para el alumnado pero que el profesorado sí tenga que seguir asistiendo, pudiendo trabajar telemáticamente desde casa.