La tasa de contagios en la provincia sigue en descenso, según los últimos datos publicados por el Instituto de Salud Carlos III. Para medir la evolución de la propagación del virus resultan claves dos indicadores. Se trata de la incidencia acumulada, que como ya informó Mediterráneo, Castellón es la segunda provincia de la península con una menor cifra al tener 37,76 casos por cada 100.000 habitantes, y del llamado número de reproducción básico instantáneo (Rt) que es el promedio de casos secundarios que cada sujeto infectado puede llegar a infectar en una etapa de tiempo.

El pasado 11 de octubre, última fecha actualizada, este índice se situaba en 0,81 en la provincia. Un dato que ha ido descendiendo en las últimas semanas, siendo el más bajo desde principios de agosto cuando la curva de contagios empezó a ir al alza. En todo el histórico el nivel menor fue de 0,44 el pasado 9 de mayo.

Umbral del 1

Sin duda, este indicador es muy positivo, siempre con cautela ya que las características del coronavirus hacen que la coyuntura pueda cambiar en pocos días. Los epidemiólogos consideran que si se supera el umbral del 1 el virus se sigue propagando entre la población, mientras que si es inferior a 1 la infección está bajo control, que es el caso de la provincia.

Esta tasa sitúa a Castellón como la provincia de la Comunitat con mejores datos, teniendo en cuenta que el Rt de Alicante es de 0,99, mientras que, en Valencia, se sitúa en 1,05. Por tanto, los castellonenses contagiados son los que menos transmiten la enfermedad en la Comunitat. La media de la región está en 0,99, mientras que la nacional alcanza el 1,05.

Las autoridades sanitarias advierten de que no hay que bajar la guardia, a pesar de la evolución favorable. Y es que las estadísticas constatan que la provincia no está sufriendo la cara más amarga de la que ya se considera segunda oleada de la pandemia, como sí está ocurriendo en otras regiones españolas, aunque no hay que olvidar que el goteo de nuevos casos y de fallecidos en diario.

Estas cifras se explicarían por la concienciación de los castellonenses a la hora de cumplir las medidas sanitarias recomendadas y por el control sanitario que se está haciendo, consiguiendo detectar de forma precoz los positivos para aislarlos cuanto antes y evitar brotes de mayor magnitud.