Diez años después de arrancar el conflicto que enfrentan al grupo de empresarios de las tascas y la plataforma Castelló Sense Soroll, ambas partes se sentaron ayer a dialogar en un encuentro que si bien sirvió para poner de manifiesto las profundas diferencias que aún les separan, también dejó aflorar mutuas coincidencias al calificar la «inédita» reunión, «en sí misma», como «un importante avance».

El encuentro, que contó con la mediación del equipo de gobierno municipal y congregó a representantes de ambos colectivos, permitió a las dos partes argumentar sus opiniones a lo largo de casi tres horas de reunión, en la que los interlocutores intentaron evitar, en la medida de lo posible, los reproches y críticas que pudieran atascar el desarrollo de una junta que estuvo tutelada por el concejal de Movilidad, el socialista Rafa Simó, y que contó con la presencia del portavoz de Compromís, Ignasi Garcia.

Las partes sí coincidieron en matizar la dificultad que entraña cumplir con lo que señala la última decisión judicial que prohíbe el consumo de alcohol en el exterior de los locales o que un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, ya en marcha y sin posibilidad de detener, dará y quitará razones en el futuro, por lo que se está a la espera de una resolución del máximo órgano judicial que se cree definitiva.

El representante de la plataforma ciudadana, Pedro Monfort, explicó que «ha comenzado a derretirse el hielo y cada uno ha tenido oportunidad de exponer todo cuanto ha querido». Además, reconoció que «la cosa ha ido demasiado lejos», al tiempo que expresó su deseo de que este tipo de reuniones se sigan manteniendo. A las razones de por qué este encuentro no se había producido antes, Monfort explicó: «A nosotros nunca se nos dio la oportunidad de explicar nuestra postura ni se nos invitó a hacerlo».

HABRÁ MÁS REUNIONES

Los representantes de los hosteleros, por su parte, reconocieron que la reunión «ha sido positiva, en sí misma, pero no se ha producido avances». Ernesto Bou, que regenta La Oficina, subrayó la gran complejidad que acompaña a todo este conflicto y no ocultó su escepticismo ante un posible acercamiento, postura que contrasta con su deseo de que este tipo de reuniones se sigan produciendo.

El concejal de Movilidad en la capital, Rafa Simó, por su parte, no quiso pronunciarse para que sus palabras ni las de cualquier miembro del equipo de gobierno puedan entorpecer el desarrollo de las conversaciones entre las partes y solo quiso dejar clara la disponibilidad del ayuntamiento para seguir mediando en un conflicto «que dura ya demasiado tiempo». «El tiempo y las circunstancias dirán», sentenció el edil al concluir el encuentro.

Los hosteleros de la zona de las tascas y la plataforma Castelló Sense Soroll mantienen desde hace diez años un conflicto que se ha venido dirimiendo en los tribunales de justicia y que se centra en la necesidad de respetar este entorno como ZAS y el consumo de bebidas en la calle.