Un reciente estudio aseguraba que el 26% de los jóvenes españoles de entre 18 y 30 años se ha tatuado en alguna ocasión. La fiebre por los tatuajes no responde a modas ni edades, como demuestra que el célebre Otzi, que vivió hace 4.500 años y fue hallado en 1991 bajo el hielo de los Alpes, ya portara 16 dibujos en su piel. Si te encuentras entre los que todavía no han dado el paso o quieres seguir los pasos del citado hombre prehistórico, este domingo tienes una oportunidad inmejorable para tatuarte en Castellón. Y encima por una buena causa.

Dacapo Tattoo, ubicado en la Plaza del País Valencià, 24, de la capital de la Plana, ha sido el estudio escogido por ocho tatuadores de primer nivel de Castellón -pertenecen también a La Barbuda Tattoo y La Joven Carmen-, que cederán por una buena causa su material y experiencia. Quien lo desee podrá realizarse un tatuaje por solo 50 euros, que serán destinados íntegramente a la protectora de animales Adopta Una Vida. “Nos dijeron que tenían una deuda muy grande porque sobre todo lo llevan dos chicas que pagan de su bolsillo gastos de veterinaria, guarderías… de varios animales, y decidimos llevar a cabo esta iniciativa”, reconoce uno de los tatuadores que participará en esta jornada solidaria, Martín Moltó.

Las condiciones para los interesados son las siguientes:

  • El precio único de los tatuajes será de 50 euros.
  • No se cogen citas, por lo que serán tatuados por orden de llegada.
  • No se puede elegir tatuador
  • Se puede repetir diseños, que no podrán ser retocados ni añadidos a los originales.

Cada tatuador pondrá una media de ocho diseños que podrán ser elegidos por tanto por los clientes que así lo deseen. Y si te pasas y no te convence ninguno, siempre podrás conocer de primera mano la labor desinteresada en beneficio de perros y gatos que lleva esta oenegé castellonense, así como disfrutar de la música que habrá en el estudio, pues habrá un disc jockey para la ocasión.

Esta iniciativa organizada por Esther Martínez, muy novedosa en Castellón, asegura Martín Moltó que es más habitual en el extranjero: “He trabajado en Dinamarca, Francia o Alemania y allí es frecuente lo que llaman el ‘flash day’, es decir, tatuarse diseños pequeños en la piel por una buena causa”. Sin duda una jornada diferente que a buen seguro agradecerán un buen número de perros y gatos… aunque ellos no lo sepan.