La Asociación de Taxistas de Orpesa y Pueblos Limítrofes al Aeropuerto insiste en formar parte del área de prestación conjunta (APC) Castelló-Aeropuerto, de la que, hoy por hoy, están excluidos. «Tenemos vetado trabajar libremente en el aeropuerto pese a que estamos en los municipios más cercanos». «No es lógico ni coherente, por eso no nos cansaremos de insistir ante la Conselleria de Infraestructuras y Transporte para terminar con esta discriminación». Son palabras de Francisco Cayero, en representación de un colectivo que incluye 14 vehículos de Orpesa, la Pobla Tornesa y Cabanes.

Actualmente, en el recinto pueden operar taxistas de Castellón, Benicàssim, Borriol, Almassora, Vila-real, Burriana, Benlloch y Vilanova d’Alcolea y tienen prohibido el paso los de Cabanes, Orpesa y la Pobla Tornesa. «Es de pura lógica que pudiera entrar al aeropuerto un taxista de Cabanes, que está a 150 metros», apunta Cayero, matizando que un taxista de Burriana o Vila-real, que sí da este servicio, se encuentra a 48 ó 45 kilómetros.

Otro de los argumentos para solicitar la continuidad territorial de esta área dividida en dos zonas es el cambio de tarifa.

SOBRECOSTE // Según han estimado desde la asociación, los clientes llegan a pagar hasta 8 euros de sobrecoste solo por el cambio de tarifa de urbana a interurbana. «Tal y como están ahora las áreas, el servicio se ha encarecido, ya que cuando un taxista de la zona de Castellón tiene que circular por Cabanes, la Pobla o Orpesa está obligado a cambiar la tarifa de urbana a interurbana», explica Cayero.

Su objetivo, aseguran desde el colectivo, «es dar el mejor servicio público a los clientes», tanto para los usuarios locales como para el turismo que llega a Castellón durante los meses de verano -cuando se incrementa el volumen de trabajo de los taxistas- o durante la celebración de festivales de referencia nacional e internacional como son el Festival Internacional de Benicàssim o el Arenal Sound de Burriana.

En este sentido, Cayero recuerda que durante la celebración de estos macroeventos, el pasado verano, ya se dio la circunstancia en varias ocasiones de clientes que tuvieron que esperar en el aeropuerto a que llegara un taxi que los pudiera desplazar hasta su destino. Algo que, a su parecer, «no se puede permitir», «hay que unirnos todos». H