Un sistema inteligente móvil en forma de techo laminado con un sensor de ruido. Ese es el anteproyecto que presentarán este mes los hosteleros de las tascas al Ayuntamiento de Castelló para intentar eliminar la ZAS y convertir este espacio en zona gastronómica.

Lo explica Arturo Pinel, director técnico de la firma Sonos, que trabaja en esta idea, basada en un mecanismo con lamas que se puedan abrir o cerrar según el ruido detectado por un sonómetro. «A partir de 60 decibelios comenzarían a cerrarse y no se llegaría a ZAS, preservaría las tascas, permitiría la ventilación y se controlaría la contaminación acústica», detalla Pinel.