Las temperaturas experimentaron ayer un ligero ascenso (de uno o dos grados) en las zonas costeras de la Comunitat y una subida moderada (de unos tres grados) en el interior de Valencia y Alicante, con máximas cercanas a los 33 grados. En la provincia de Castellón, los termómetros llegaron hasta los 30º en la capital y en Vinaròs; hasta los 29 en Segorbe (dos más que el domingo) y hasta los 26 en Castellfort, donde el mercurio subió dos grados respecto al domingo. Sin embargo, “el efecto termostático del mar Mediterráneo va a contener el valor de las temperaturas máximas en la costa de Castellón”, según describe José Quereda, catedrático de Climatología de la UJI.

Se trata de unas temperaturas ligeramente más altas para lo que es habitual en esta época del año y que, debido a las brisas, en el interior podrían ser uno o dos grados más altas que en el litoral de Castellón. De hecho, en Segorbe el jueves se podría llegar a los 38 grados.

Esta situación atmosférica se alargará durante todo julio, aunque en los últimos días una masa de aire subpolar “hará bajar las temperaturas y habrá tormentas”, explicó Quereda. H