Uno de los problemas que presenta esta enfermedad cuando afecta a humanos es el diagnóstico, ya que hasta que los médicos la detectan pueden pasar semanas. Un síntoma es la fiebre alta, como relata este vecino de Castelló al que recientemente le han dado el alta. «Lo primero que piensan los médicos es que tienes gripe, pero después de 15 días seguidos con fiebre me hicieron pruebas y analíticas para empezar a buscar otras cosas; llegaron a pensar que podía ser leucemia», relata este castellonense de 47 años. Fue en una ecografía donde le detectaron que tenía el bazo inflamado y este es un indicio concreto de la leishmaniasis.

«Me volvieron a hacer más analíticas y me realizaron una punción en la médula ósea que confirmó el diagnóstico y empezaron a aplicarme un tratamiento en el Hospital General de Castelló que consistió en la administración de un fármaco por goteo, durante siete sesiones a lo largo de dos horas», cuenta este castellonense, mientras remarca que desconoce cómo y dónde la cogió. Él no tiene ningún perro en su casa, por tanto, fue de modo arbitrario en algún sitio.