Las elecciones generales previstas para el 26 de junio, si un pacto a la catalana de última hora no lo impide, volverán a ser el mejor termómetro para pulsar el estado de los partidos políticos en la Comunitat Valenciana y el de sus líderes. El mejor sondeo posible sobre el terreno y en voto real para saber si el PPCV de Isabel Bonig se mantiene como el partido más votado, con la que está cayendo; si el PSPV se recupera por la visibilidad que supone tener al president Ximo Puig al frente de la Generalitat o si el tándem Compromís-Podemos y Ciudadanos se confirman como amenazas, o algo más, al bipartidismo. Por no profundizar en lo que queda de Esquerra Unida. En definitiva, si algo bueno pueden tener unos nuevos comicios, esto será comprobar en qué situación se encuentra cada uno cuando se cumplirá un año de legislatura y cara a las autonómicas y locales del 2019.