El diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, aprovechó su posición privilegiada en las negociaciones de investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno para revertir el cierre de las taquillas de tren en estaciones de dicha provincia y en Aragón, además de en otras partes de la España Vacía. La lucha contra la despoblación fue una de las razones esgrimidas por Guitarte para arrancar dicho compromiso; y el Ejecutivo reanudó este servicio, pese a que lo había interrumpido el pasado 31 de diciembre.

Una situación que contrasta con la que se vive en la provincia, donde el servicio de venta presencial de billetes tampoco se presta desde el 1 de enero en las estaciones de Benicàssim y Orpesa. Se suman, pues, a las de Alcalà de Xivert y Torreblanca, donde ya no se podían comprar tíquets. Y todo esto pese a que todas ellas son poblaciones más grandes que las de Teruel y, por tanto, con más usuarios.

El diputado, pues, obtuvo más rédito que Compromís, en una situación análoga en las negociaciones. Su voto, bajo el paraguas de Más País, también era necesario para investir a Sánchez, pero la reivindicación de mantener operativa la venta de billetes no se incluyó entre las reivindicaciones de la coalición. Tampoco se conocieron maniobras en este sentido desde el PSPV.

Otra oportunidad

Hay una segunda oportunidad para la coalición valencianista: la negociación de los Presupuestos del Estado, cuando se abrirá de nuevo la puerta a las reivindicaciones. El diputado de Compromís, Joan Baldoví, estuvo el pasado fin de semana en la capital de la Plana, donde aseguró que Castellón «está en la agenda» del Gobierno central. Ayer, en València, avisó a Sánchez de que si no cumple con la «agenda valenciana» no apoyarán las cuentas para el 2020.

La decisión de eliminar el servicio en las estaciones de Benicàssim y Orpesa generó protestas desde CCOO. El sindicato denunció que «el siguiente paso será cerrar estas estaciones».